Las honras fúnebres de Gabino transcurrieron en la Casa de la Trova Pepe Sánchez, sitio donde tantas veces, los acordes de la guitarra del maestro acompañaron, por ejemplo, a Eva Griñán, Grisel Gómez, Giselle Lage y muchos otros intérpretes.
Junto al féretro, las ofrendas florales y la imagen al café del guitarrista, estuvieron los familiares más allegados; compañeros y amistades; músicos, trovadores, y personalidades, entre estas, Raulicer García Hierrezuelo y Rosa María Prades Bell, director provincial de Cultura y directora de la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos Miguel Matamoros.
Alberto Cobián, vocalista del Grupo Granma, despidió el duelo y desde el escenario de la “Pepe Sánchez”, expresó hermosas palabras que emocionaron a muchos, al hacer un recorrido por la vida y obra de Gabino y recordar lo que más lo caracterizó: “su enorme humildad a pesar de que todos sabían que era el mejor”; y agregó: “… a un grande se le recuerda así (y repitió tres veces): ¡Viva Gabino!”.
Unos minutos antes, Rubén Gómez Neyra, quien durante 12 años estuvo al frente de la Casa de la Trova Pepe Sánchez, señaló:
“Cuando llegué aquí a realizar mi labor, conocí a Gabino Jardines; fue una de las primeras personas que me presentaron, y él me dijo una frase que nunca olvido: ´en lo que te haga falta yo te apoyo´. Y así fue. Dirigir esta institución no fue fácil dada la importancia que tiene dentro de la música y la cultura cubanas; había que conocer sobre la trova santiaguera en particular y cubana en general, y Gabino me facilitó libros y documentos que conservo, referidos a Pepe Sánchez, Virgilio Palais, la trova tradicional, el trabajo de los dúos, y eso me ayudó a mi trabajo con los trovadores. De ahí nació una amistad profunda con Gabino, forjada entre trova, guitarra, y alegría. Cuando me enteré de la repentina muerte de Gabino enseguida fui a las redes sociales y escribí lo que sentía… porque lloré por la muerte de Gabino y estoy seguro de que Santiago de Cuba está hoy llorando por la muerte de Gabino Jardines”.
Luego del deceso en septiembre de 2013, de la inolvidable cantante Eva Griñán, a quien Gabino acompañó durante años, una voz al margen de otros escenarios y del Orfeón Santiago, se hizo familiar en el ámbito trovadoresco de Santiago de Cuba: Grisel Gómez, también respaldada por el mismo maestro de las seis cuerdas.
Ahora, con lágrimas sinceras en sus ojos, Grisel recuerda:
“Soy la solista vocalista a quien acompañaba Gabino… estoy consternada por la pérdida… para mí ha sido un golpe muy fuerte porque además de perder a un gran compañero de trabajo, lo que más me duele es que he perdido a un gran amigo; un gran hermano; un gran padre… No tengo palabras que abarquen lo que siento. Él confió en mí para que yo fuera su solista. Nos entendimos muy bien: con tan solo mirarnos él sabía lo que yo quería y yo sabía lo que él quería; teníamos una gran química, porque en lo personal y en lo musical teníamos siempre ideas similares. Éramos dos músicos que congeniábamos muy bien”.
En otro momento del diálogo, la intérprete aseguró:
“Con perdón de los demás… para mí Gabino era el mejor guitarrista acompañante de este país; con perdón, vuelvo y repito, de muchos acompañantes que conozco y admiro. Pero para mí era él, el principal. Era una orquesta sintetizada en seis cuerdas; en verdad ha sido una gran pérdida para la cultura cubana”.
A una personalidad así, sus compañeros no lo dejaron ir en silencio. Junto al féretro le cantaron temas de la trova que eran sus preferidos, y hasta la guitarra de Gabino volvió a sonar a modo de background para magistralmente seguir acompañando voces.
Y así, entre cantos, flores y lágrimas salió el féretro de la Casa de la Trova, mientras en la calle Heredia, respetuosamente formada y uniformada, la Banda Provincial de Conciertos despedía a Gabino Jardines Cisneros con temas cubanísimos.