Cada familia, cada persona, cada provincia y localidad vivió una jornada de transparencia y total tranquilidad a la que, desde todos los territorios, se acercó Granma.
SIN CONTRATIEMPOS
Unos 1 222 colegios electorales ubicados en toda la geografía guantanamera abrieron sus puertas para recibir a los 368 000 electores que este 25 de septiembre participaron del referendo popular del Código de las Familias.
El Alto Oriente cubano contó con el apoyo de más de cien casas de vecinos que se utilizaron para estas votaciones, en las que, además, se establecieron colegios especiales en el Hospital General Agostinho Neto y en la terminal de ómnibus.
UN VOTO ESPECIAL
Ni los achaques del cuerpo, ni las dolencias que le impiden caminar, fueron obstáculos este domingo para que la granmense de 86 años de edad, Aleida Rodríguez Romero, perteneciente al colegio 3 de la circunscripción 135, en Bayamo, ejerciera su derecho al voto en el referendo.
«Mi hija y yo nos vemos representadas y protegidas por esta nueva ley; yo como persona de la tercera edad, con todos los derechos que se reconocen, y mi hija, en su rol de cuidadora. Con este Código de amor no solo se beneficia nuestra pequeña familia, sino todas las familias cubanas».
VOTAR, VIVIR, CRECER
Ponerse de cara a las urnas, para votar, no fue un estreno para la holguinera Beatriz Sánchez Hidalgo, enfermera del servicio de Hemodiálisis del Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Íñiguez Landín. Sin embargo, esta vez resultó la primera que lo hizo como madre.
«Cuando pasen los años, le diré a mi niño que, sin saberlo, estuvo conmigo en un momento histórico. Este Código es para él, ahora, que es pequeñito, y para cuando sea joven y adulto; es, también, para mí, en estos momentos, y cuando sea abuela. Bueno, es para todos. Hay razón cuando se dice que no quita y ofrece mucho».
UN VOTO QUE CUENTA… Y MUCHO
Como «un voto que cuenta mucho» denominó María Esther Negret Poll el que ejercerían las 118 gestantes de varios municipios santiagueros ingresadas en el hogar nutricional-materno (Este), en el colegio electoral no. 3, de la circunscripción 156, ubicado en ese centro de esta ciudad.
Lo cierto es que en espera de su tercer hijo, a la joven de 31 años, Dainé Perdomo Samé, le hubiese sido imposible abandonar el reposo indicado para viajar a la intrincada comunidad de Jarahueca, en el municipio de Songo-La Maya, para votar en su lugar de residencia, ni a Milena Figuera Segura llegar con su avanzado embarazo hasta El Carmen, en la zona de Mar Verde.
«ESTA TAMBIÉN ES UNA TAREA VITAL»
Yadira Velázquez Pérez es una mujer de ciencia. Se trata no solo de una apasionada de la investigación, sino de una visionaria que se ha convertido en puntal del vínculo universidad-empresa en Acinox Las Tunas, de cuyo colectivo forma parte.
«Sin embargo, hoy soy la secretaria de la comisión electoral de mi circunscripción, y creo que esta es una tarea de tanta relevancia como cada una a las que cada día dedico mis esfuerzos. Lo hemos hecho todo con total apego a la ley».
UN VOTO POR EL FUTURO
La camagüeyana Shamira Carmenate Gutiérrez llegó al colegio no. 1 antes de que el día despertara. Su mamá Yosdaisy Gutiérrez Cabrera aseguró, entre sonrisas, que ambas llevaban días esperando este momento. «La niña quería participar y yo, como madre, votar por el sí que garantiza un mejor futuro para ella».
Por primera vez esta estudiante de la escuela Conrado Benítez cuidó urnas, ese ejercicio que alumbra la paz de un proceso en el cual los niños acompañan el voto. Lo hizo en el colegio de la secundaria Tato Rodríguez Vedo, de la que Yusdaisy, su madre, es directora hace tres años.
LUCES DE ESPERANZA
Clara Reyes Iglesias es la directora del hogar de menores sin amparo familiar de la provincia de Ciego de Ávila, donde conviven siete niños, cinco varones y dos hembras.
«Adelanto que voté Sí por la aprobación de la legislación. Este 25 de septiembre puede catalogarse de histórico para el país; y el Código abandera, entre sus pilares, el interés superior del menor».
ESTA REVOLUCIÓN ME LO HA DADO TODO
Todo el mundo la saluda en el barrio y ella les sonríe a todos. Se le nota feliz: «Yo me llamo Olga Isabel Collado, voté a las 8:30 a.m.».
Trabajó 40 años en una peluquería y está jubilada desde el año 2003. Dice, con lágrimas en los ojos, que votó Sí. Su discapacidad no puede ser una limitante para su desarrollo humano y, por eso, este día es crucial para definirlo.
«Esta Revolución es muy grande, me lo ha dado todo, y hay que seguir resistiendo, con las dificultades, pero avanzando. Yo tengo una trabajadora social que me atiende y me ayuda, vivo sola pero con Dios, y Dios no le falta a nadie».
SOBRE LAS AGUAS DEL HANABANILLA
Cuando Natividad Espino Luis escuchó la sirena del barco Siguanea, bajó en un santiamén del lomerío para que nadie se le adelantara en ser la primera persona en ejercer el voto. Y lo hizo en el único colegio flotante que funcionó el domingo en Cuba, una experiencia que ya tiene varios años.
Muy temprano en la mañana partió la embarcación, comandada por Eliecer Curbelo Chacón, quien luego del pitazo inicial, continuó agitando su sirena en señal de aviso a los miembros de la circunscripción 63, quienes en la Lima, Rincón, Naranjito, Río Negro y Pica Pica, entre otros sitios, esperaban la llegada del navío para aplicar su derecho a decidir.
UN SÍ BAÑADO POR EL ROCÍO DE LA MAÑANA
El Código de las Familias es un proyecto lindo que ojalá muchas tuvieran en el mundo, compartió la cienfueguera Sheila, quien se encontraba junto a su pareja Keily Juliana, al momento de la votación.
Este documento respaldará sobremanera nuestra soberanía sentimental, opinó Paca, que votó junto a Cristina, con un Sí de liberación, bañado por el rocío de la mañana.
UN SÍ INDISCUTIBLE
El Sí mío no lleva discusión; tengo un millón de razones, expresó la destacada actriz Miriam Muñoz, luego de ejercer su voto, en la ciudad de Matanzas.
En ocasiones es necesario olvidarse por un instante de las cosas que nos abruman, de la adversidad cotidiana, de los sinsabores propios y ajenos, y responder, como siempre, al llamado de la Patria, dijo.
EL DERECHO DE TODOS A VOTAR
Juana Rodríguez jamás pensó que este 25 de septiembre la tomaría fuera de su casa, en el municipio pinareño de Sandino. Sin embargo, una mala pasada de la vida la ha obligado a permanecer, acompañando a su hermana, en el hospital Abel Santamaría Cuadrado, a más de 80 kilómetros de su hogar.
Cuenta que ingresaron aquí desde el lunes, pero ello no les ha impedido ejercer su voto en el referendo popular por el nuevo Código de las Familias.
«Creo que es una iniciativa por nuestros hijos y por la familia cubana, por eso es importante que todos hayamos tenido la oportunidad de participar», dice.
RESPONSABILIDAD ELECTORAL
Con 22 años, Daylin Gainza Pérez, del Mariel, Artemisa, se vinculó con los procesos electorales brindando su apoyo. Desde entonces han transcurrido casi dos décadas, en las que no ha faltado el acompañamiento de sus hijos.
Para su niña Lianet Meléndez Gainza, de 16 años, este es su primer voto y, de la misma forma, por primera vez ejerce como miembro suplente en el proceso electoral. Su hermano Leandro Estévez Gainza se estrenó como presidente del colegio.
DÍA DE AMOR Y FAMILIAS
En la escuela Manuel Ascunce, de San José de las Lajas, en Mayabeque los electores acudieron desde muy temprano para el ejercicio del derecho al voto libre, directo y secreto, según explicó una nota publicada en el perfil de Facebook del periódico de esa provincia.
Y como en todo el país, también los habitantes del municipio especial Isla de la Juventud hicieron lo mismo. Según informó el periódico Victoria, 158 colegios fueron habilitados allí con ese fin, en los cuales 3 000 jóvenes votarían por primera vez.