Esos temas precedentes fueron el único punto de análisis de una reunión presidida por José Ramón Machado Ventura, Comandante del Ejército Rebelde, y los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), José Ramón Monteagudo Ruiz y Beatriz Johnson Urrutia, primer secretario del PCC en la provincia y Gobernadora.
Lo del nivel superior del llenado de las presas, lo justifica el elemento topográfico, pues la mayoría de los embalses son de montaña, predomina en ellos la profundidad y el hábitat tradicional de los peces, aspectos que determinan el uso de artes de pesca para gran volumen de captura. Más agua facilita el trabajo con las redes y no es así en represas llanas en otros sitios del país.
Lemay Labrada Oro, director de la entidad Pescasan aquí, presentó un informe sobre la cría de alevines, el desarrollo y engorde de estos, y la pesca.
A Labrada Oro lo acompañaban otros directivos de la entidad y jefes de estaciones y de granjas acuícolas.
Al margen de la estadística, por las reflexiones de Machado Ventura, Monteagudo Ruiz, y los elementos aportados por Lemay, está claro que luego de investigaciones y otros estudios, se determinó que los aportes nutricionales del boniato para el pienso de la actividad acuícola, cumplen las expectativas para alimentar los alevines y también para su ulterior desarrollo.
Machado Ventura evaluó los compromisos que se trazó Pescasan en abril y señaló:
“Si ustedes hubieran cumplido esto que dice aquí, sin duda cuando menos la provincia Santiago de Cuba sería la tercera de Cuba en el programa acuícola”.
Recordó el dirigente de la Revolución, la necesidad de mantener lo que se tiene así sea uno pero si te ponen al alcance otros que pueden sumar 40 hay que irse por este último.
Tal reflexión de Machado Ventura fue la introducción al análisis de la cría y producción acuícolas, esencialmente a la producción de pienso a partir del boniato, para la alimentación de los peces.
Directivos de Pescasan argumentaron la posibilidad de incorporar a la preparación con boniato, frijol mungo de procedencia asiática e hindú, y el caupí o carita; también semilla de mango, maíz, calabaza…
Al respecto, Machado Ventura ponderó que haya otras posibilidades para enriquecer el pienso acuícola pero señaló que lo esencial es el boniato que a nadie se le ocurriría pensar que en Cuba no saben sembrar boniato y en fin, que si este tipo de vianda ofrece lo que requiere la alimentación de los peces hay que centrarse en eso.
Se determinó que las hectáreas para boniato, en proporción con los estanques existentes tiene que constituir la meta esencial de Pescasan, y si además se puede incorporar todo lo dicho aquí, mucho mejor. Pero el boniato es determinante.
La reunión sirvió para evaluar la situación de algunas presas santiagueras, y por ejemplo en Parada si a principios de mayo la sequía había restringido el quehacer acuícola a dos estanques, hoy son cuatro para ciprínidos (peces de agua dulce, de cuerpo alargado y escamas… la carpa por ejemplo) y dos para engorde.
La necesidad de pienso, por ende, crece. De ahí lo importante de cultivar más hectáreas con boniato y no disgregar la fuerza en otros tipos de sembrados, sin que esto reste valor al mungo, caupì, calabaza, mango…
La producción acuícola según vaya aumentando, será una respuesta inmediata al requerimiento de obtener, con esfuerzo y creatividad del país, alimentos para el pueblo. Lo que más se necesita ahora.
Se deduce, entonces, que los peces hay que criarlos en cualquier espacio de agua que exista en la tierra. “Esto no es para mañana”, dijo Machado Ventura.
Para el segundo trimestre de 2023 hay un plan de 415 toneladas de pescado por extraer de la actividad acuícola santiaguera. Pero no se está cumpliendo. En 2022 fueron 707 toneladas; ahora, en 2023 con más agua en las presas y en los estanques se espera llegar a 1 500 toneladas, o sea el doble.
Machado Ventura alertó sobre varios aspectos: lo del boniato, que es esencial; que este pienso solo se puede conservar durante siete días; no perder de vista: por dos toneladas de pienso de boniato se puede obtener una de pescado.
Monteagudo Ruiz fue concluyente cuando precisó: “El que no tenga boniato para hacer el pienso es porque no ha querido tenerlo”.
Y para enfrentar el plan de 6,6 millones de alevines por alimentar y desarrollar en la provincia en 2023 hará falta una producción respetable de boniato, algo para nada quimérico.
En Las Tunas y en Guantánamo hay suficiente frijol carita como para que no falte en la gestión de Pescasan en Santiago de Cuba.
En mayo, los embalses en general estaban al 31% de llenado y hoy sobrepasan el 89%
Machado y Monteagudo argumentaron que los estanques de cultivo intensivo de peces dan más que las grandes represas.
Otro problema que enfrenta el sector de la pesca en Santiago de Cuba es la baja captura, algo que puede cambiar al entrar al territorio dotaciones de artes de pesca.
Por lo tanto, si las presas tienen agua suficiente; si se dispone de la tierra necesaria para el boniato y que este influirá en el aumento de la producción acuícola sin necesidad de buscar por fuera otros recursos, como dijeron Machado Ventura y Monteagudo Ruiz “a Santiago de Cuba solo le resta cumplir”.
