Según refirió Miladis Frómeta, trabajadora de la institución, habilitaron un taller de mimbre para la confección de muebles, cestos de ropa, canastilleros para niños y fruteros, todo trenzado a mano.

Aseveró la alta demanda de los artículos entre emprendedores, instalaciones de industrias locales y pobladores en general, beneficiados con la cercanía y módicos precios, en tanto subrayó la durabilidad del material, obtenido de las montañas de La Gran Piedra.

Yamila Danger, impulsora del proyecto de tejido a crochet en la institución Santiago Sur, del propio sector, significó la enseñanza de la técnica a las nuevas generaciones de mujeres de la entidad, con el objetivo de rescatar y divulgar la tradición.

Señaló la organización de círculos de interés en escuelas primarias de los poblados Sevilla y Santa María, del municipio cabecera, como principal acción para fomentar el interés por la práctica, desarrollada en horarios contrarios al laboral.

El movimiento de Mujeres Creadoras de la empresa logró sumar jóvenes madres y amas de casa a la elaboración de tapetes, manteles, sobrecamas y demás piezas, inserción que favorece la generación de empleos en las comunidades aledañas, apuntó.

De acuerdo con Ángel Puente, innovador de la empresa, las ferias Arte para Mamá, Arte para Papá, El Tivolí y otros eventos de expo-venta acogen cada año las artesanías de estas féminas, y contribuyen al acercamiento de nuevos clientes.

Generado por iniciativa de las trabajadoras, los talleres reducen la importación de materiales para confeccionar muebles y útiles del hogar, pues obtienen las fibras y colorantes de áreas montañosas cercanas, bajo la premisa de proteger la naturaleza.