Hoy se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, la remembranza anual de que siempre puede construirse una sociedad mejor, más justa y plena para todos. Cada año Cuba se suma a la conmemoración, como uno de los estados-miembro de la Organización de las Naciones Unidas que más ha ratificado convenios (una cifra superior a los 40).
Aquí es un hecho el vivir el día a día sin limitantes por distinción de raza, credo, edad... El acceso de todas las generaciones a la educación -sin importar condiciones físicas e intelectuales-, al deporte y la cultura.
El rol que desempeña la mujer cubana constituye un referente, asumiendo responsabilidades públicas vitales. El servicio médico está instituido para ofrecerse de forma gratuita y con calidad. Son incontables los profesionales de la Salud que se han formado para servir al pueblo, así como a otras naciones hermanas.
A nuestros infantes se les vacunan contra más de 10 enfermedades. Hace más de un lustro somos uno de los primeros en ser acreditados por la Organización Mundial de la Salud, con el certificado por haber erradicado la transmisión de la sífilis y el VIH, de madre a hijo.
Estas conquistas son pese a todos los pesares que impone el bloqueo de los Estados Unidos, que se refleja en la cotidianidad con una asfixia de recursos vitales para generar males sociales, y sentimientos de desesperanza.
En medio de la complejidad, se venció a la Covid-19 que sacudió al globo con crisis en todos los órdenes, y se crearon vacunas aplicables hasta en nuestros niños. Se aprobó un Código de las Familias de avanzada en materia de derecho internacional.
Tantos obstáculos, catástrofes naturales y accidentes superados, tantas alternativas que se buscan minuto a minuto por preservar cada derecho conquistado como una Patria libre, independiente y soberana. Cada uno de nosotros cuenta con el deber y el derecho de una Cuba con todos y para el bien de todos.