"La motivación mía fue el ejemplo de los líderes de la Revolución que entregaron sus vidas a la causa de apoyar sin retribuciones al pueblo angolano, con el cual, en ese momento, me sentí comprometido desde mi posición como médico", -me decía el doctor Francisco con total seguridad, mientras organizaba su buró de consultas- "apoyarlos era mi deber como ser humano.
"Imagínate que yo era el único médico de una brigada de lucha contra bandidos integrada por 1000 hombres, algunos de ellos angolanos, todos bajo asesoría cubana, allí yo era jefe del puesto médico y cuando habían heridos, accidentes masivos o muertes era una situación muy difícil y a veces hasta insostenible".
Para ese entonces el doctor Masías siendo tan joven, pensó en sobreponerse y brindar todo su empeño para honrar su juramento de solidaridad a una patria ajena a la suya.
Por eso cuando estuvo en la República Democrática de Santo Tomé y Príncipe en el continente africano, esta vez en una misión de apoyo durante la pandemia de COVID- 19 y se impresionó por la madurez que había obtenido con los años, lo que le permitió llevar con ánimo y destreza la tarea encomendada.
"La labor primordial de los profesionales de la salud es estar preparados física y sicológicamente ante cualquier circunstancia, sea en una guerra atendiendo heridos o en una epidemia, en cualquiera de los casos su objetivo es implantar humanidad y bienestar en el corazón de los pueblos”.
Percibí un tono esperanzador en sus palabras que reafirman la confianza de la Revolución al gremio cubano de batas blancas. "Fui a Angola, estuve en un país con epidemias y si necesitan mi disposición para ir a salvar vidas, estaré dispuesto a cumplir con el principio internacionalista de nuestra Patria.
"A los médicos en formación les diría que lo primero es proceder con humanismo y sentir desde dentro la profesión, no es graduarse por obtener un título, es sentirlo, porque cuando lo sientes eres capaz de darlo todo por cualquier ser humano".
En estas palabras que nacen de un pasado que vive en el presente y aporta para el futuro, vemos ilustrado un legado incuestionable que florece entre la juventud que sueña con ejercer esta profesión.