Santiago de Cuba,

Nada ni nadie me va a quitar la felicidad

10 December 2023 Escrito por 

Qué difícil se hace en estos tiempos mantener la ecuanimidad y la tranquilidad, sentimientos que les hacen muy bien al cuerpo humano y a la salud.¡Pero qué difícil!

En tiempos de crisis se torna complejo ser resiliente y sobrevivir ante las carencias, sobre todo si de alimentación se trata.

Por estos días la conversación más recurrente ha sido: “no han llegado los mandados a la bodega”. En la guagua, en la cola de la panadería, en los centros de trabajo el tema de la alimentación es frecuente.

Durante décadas el primer día de cada mes el cubano iba en busca de sus alimentos de la canasta familiar normada a las tiendas de víveres, dígase arroz, azúcar, aceite y…; por muy fuertes que estuvieran los tiempos -incluso en el Periodo Especial- siempre estos productos se garantizaban a tiempo.

Sin embargo, en los últimos meses se ha hecho muy difícil e irregular la distribución de esos alimentos. Solo basta escuchar a los ministros y dirigentes del territorio para saber lo complicado que resulta tenerlos en fecha en los puertos cubanos, burlando el bloqueo, pues se compran sin créditos, con lo que el país es capaz de recaudar en medio de una crisis global.

Y aunque muchos entienden la situación, no escapamos de la preocupación constante. Hay quienes para “aliviar” la presión hacen memes sobre el tema, una que otra canción burlesca; otros buscan alternativas con guarapo, siropes…para sustituir el azúcar, o con viandas y harina para aliviar la crisis de arroz.

También hay quienes encuentran la oportunidad en las crisis y desvían recursos, suben los precios, acaparan…por lo que se hace cada vez más necesario el control de los productos destinados a la población para atenuar las limitaciones.

Hay otros que prefieren crear grupos en las redes para donar, para compartir experiencias culinarias con los recursos que tenemos a mano y sobre todo brindar esperanzas.

Recientemente un amigo posteaba en su muro de Facebook algo así como: “Tener esperanza en tiempos difíciles no es solo tontamente romántico.

Está basado en el hecho de que la historia humana es una historia no solo de crueldad, pero también de compasión, sacrificio, coraje y amabilidad.

Aquello que elegimos enfatizar en esta compleja historia determinará nuestras vidas. Si vemos solo lo peor, destruye nuestra capacidad para hacer algo (…) Y si actuamos, aunque sea de manera mínima, no tenemos que esperar un gran futuro utópico. El futuro es una sucesión infinita de presentes, y vivir ahora como creemos que las personas deberían vivir, desafiando todo lo que está mal alrededor nuestro, es en sí misma una maravillosa victoria”.

Por otra parte, Howard Zinn, historiador social, ensayista y dramaturgo estadounidense, sugiere que vivamos cada momento con un propósito, enfrentando de forma positiva las situaciones diarias.

Llega diciembre, el último mes del año, para los que trabajamos, con un salario que no alcanza; los jubilados que dependen de una pensión, la madre con varios niños y pocas alternativas, podrían sentirse como “tocar fondo” o “caer en lo más profundo del pozo”; pero No, esto sería una derrota para nuestra vida; pensar de forma positiva nos hará bien, buscar soluciones rápidas y no decepcionarnos constituye un reto.

La salud se deteriora más si enfrentamos con negatividad los problemas. Si algo sabemos hacer los cubanos es reinventarnos. Nuestro ingenio cotidiano es la mejor garantía para que no nos falte la felicidad.

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Yanet Alina Camejo Fernández

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