Detrás de la banda militar que interpretó primero el Himno de Bayamo, y luego la Marcha del 26 de Julio, iban los jóvenes con la imagen de aquellos que en otro siglo también soñaban con curar, y a
quienes la saña del régimen colonial español les arrebató la vida con la abominable excusa de una
profanación que no cometieron.
Por reivindicar la inocencia de aquellos bisoños, ampliamente reconocida; por preservar la memoria
histórica de este país y porque participar es una manera de respaldar a la Revolución, los alumnos de la enseñanza media, de las escuelas militares y de los centros de educación superior del territorio
inundaron la Avenida Victoriano Garzón para llegar hasta la posta tres del otrora cuartel Moncada.
Encabezaban la multitud José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Comité Central del Partido y su
primer secretario en Santiago de Cuba, y el vicegobernador Manuel Falcón Hernández, junto a otros dirigentes de organizaciones políticas y de masas, así como directivos y trabajadores de la Salud y de las instituciones educacionales presentes en este tributo.
Sosteniendo la imagen de Ángel Laborde y Perera, uno de los chicos fusilados hace 152 años, iba Ismael Fonseca Arranz, estudiante de tercer año de Estomatología. De sus motivos para estar en primera línea habló a Sierra Maestra.
"Vinimos a honrar a los ocho estudiantes de Medicina porque aunque ha pasado más de un siglo y medio, no podemos olvidar el crimen cometido contra esos jóvenes que como nosotros amaban las ciencias médicas y a los cuales mataron a pesar de que el tribunal que los juzgó no logró probar el delito porque sencillamente ellos no lo cometieron.
"Además, estar hoy aquí para nosotros representa un 'sí' por la soberanía y la libertad de nuestro país", dijo.
A pocos metros de él caminaba Dalianna Milagros Montalvo Sánchez, quien cursa el sexto año de la
carrera de Medicina. Ha participado en el homenaje de cada 27 de noviembre desde que inició los estudios y sabía que esta sería su última marcha como alumna.
"Creo que es un deber estar aquí hoy, y lo hacemos con orgullo. Hoy estamos marchando por la
independencia y la soberanía de nuestro país, por mostrar nuestro apoyo al modelo social y político que este pueblo ha construido durante casi 65 años, y porque es una manera de recordar nuestra historia.
"En el momento tan difícil por el que atraviesa nuestro país es muy importante que las nuevas
generaciones conozcan los hechos que han marcado el devenir de la nación porque solo así sabremos de dónde venimos y por qué debemos luchar siempre para que Cuba sea un país libre y digno", afirmó entusiasmada.
Aunque ya andan los pobres de espíritu fabricando noticias falsas y manipulando las imágenes de esta jornada, la realidad desmiente sus absurdos argumentos. Lo cierto es que muy a pesar de los que odian y apuestan al olvido, la juventud santiaguera enarboló consignas que han acompañado la resistencia del pueblo cubano en más de seis décadas de socialismo, y tomó las calles de esta heroica ciudad para dejar bien claro que la patria siempre podrá contar con ella.