Hoy tengo el placer de anunciar como periodista que 'mi profe', Rafael Angel Fonseca Valido, Licenciado en Periodismo, Doctor en Ciencias de la Comunicación y Profesor Titular y Consultante, recibiese el más alto lauro individual que confiere la Unión de Periodistas (Upec) en el territorio: el Premio Provincial de Periodismo por la Obra de la Vida Marinao Corona Ferrer.

La distinción es conferida “por una vida profesional de excepcional trascendencia social y por su contribución a la elevación de la información al pueblo, la cultura y la conciencia nacional y como expresión de la herencia ética del periodismo revolucionario cubano, que tuvo en José Martí a su figura cumbre”.

El reconocimiento se efectuó en el marco de la actividad de cierre de año de la Upec , que contó con la asistencia de José Ramón Monteagudo Ruiz, Miembro del Comité Central del Partido, Primer Secretario del PCC en la provincia, Beatriz Johnson Urrutia, Miembro del Comité Central, del Consejo de Estado y Gobernadora, y Yudelkis Ortiz Barceló, Miembro del Buró Provincial del Partido para atender la esfera Política Ideológica.

Las palabras de agasajo al laureado en nombre de las máximas autoridades fueron pronunciadas por la Miembro del Buró, quien destacó además la entrega, alta profesionalidad y consagración de la prensa para mantener informados a los santiagueros.

Por otra parte, Lourdes Palau Vázquez, presidenta de la delegación provincial de la Upec, en su discurso a los afiliados de la organización enfatizó en los cambios necesarios y retos que tiene la gestión editorial de los medios, para lo cual es imprescindible la capacitación personal con la finalidad de comprender más la realidad que vive el país y servir de mediadores.

Señaló el compromiso de la prensa con la Revolución, el Socialismo y la población, y sistematizó motivaciones medulares como el 64 aniversario del Triunfo revolucionario, el 70 del asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el proceso Asambleario por el X Congreso de la Unión de Periodistas, y la discusión sobre el proyecto de Ley de Comunicación Social.

Una vida al servicio del mañana

La memoria es un divino tesoro, y en todos esos recuerdos de varias generaciones de estudiantes del Alma Mater Oriental y de otras latitudes, está el Profesor Rafael Fonseca. Una conferencia de Metodología de la Investigación con él era aprender de eso, y de Teoría de la Comunicación, Antropología, Filosofía, Historia Universal, Lengua y hasta de Matemáticas; es un polifacético minucioso.

Tuve el gusto -como su diplomante de licenciatura y maestrante en Estudios de Lengua y Discurso del cual fue uno de mis tutores-, de estar en su biblioteca personal en más de una ocasión, y miren que da gusto.

En un ambiente familiar de afecto, donde no falta el apoyo incondicional de todos, las travesuras de sus nietos, la fidelidad de sus mascotas y la energía de sus cactus, está siempre el maestro, sentado entre libros, una decoración que narra historias de aquí y de allá, de esto y lo otro, y un escritorio con computador siempre apilado de proyectos y mucho trabajo.

Puede estar horas interminables leyendo y escribiendo cosas que pueden hacer del mundo un mejor lugar. Esa constituye una de sus máximas: no investigue algo que no le sea de utilidad al hombre, a la sociedad, al fin común. 

También guardo su parsimonia para afirmar que todo va a estar bien, ya sea en el aula, previo a una discusión de tesis o en la vida. El Dr. Rafael Fonseca Valido tiene la capacidad de ver el futuro, regresar y contar posibilidades; enseña a preguntarse y tener curiosidad de saber todo -cualidad imprescindible de todo periodista-; y es que él se conoce desde el microbio hasta la nube.

Cuando leyeron su hoja de vida para conferirle el 'Mariano Corona Ferrer', me sorprendió saber que había muchas cosas que no conocía de su vida y obra -resultado de su profunda humildad- de la huella imborrable que lega para todos:

Con casi medio siglo de trayectoria laboral y profesional hasta su jubilación en 2022, ha sobresalido en la formación de 44 graduaciones de licenciados en Periodismo desde Santi Spíritus hasta Guantánamo, contribuyendo en los procesos de captación de esos jóvenes desde los inicios de la aplicación de las pruebas de aptitud.

Por sus manos han pasado más de un millar de egresados de Cuba y el extranjero, a los cuales impartió más de una veintena de asignaturas. Ingresó en la Upec en 1976, y se convirtió en ese año en Profesor Adjunto del Departamento de Periodismo, aunque se mantuvo vinculado a medios como Tele Rebelde, el Sierra Maestra y el periódico 26 de Las Tunas.

Ha tutelado más de 270 trabajos de diploma, 25 tesis de maestría y tres doctorales. Asumió la responsabilidad del Departamento de Periodismo en dos ocasiones, y la jefatura de la carrera entre el 2006 y el 2014. Durante 20 años ostentó la condición que confiere el Ministerio de Educación Superior como Miembro de la Comisión Nacional de Planes y Programas de la carrera, desde la cual intervino en la concepción e implementación de los planes de estudio.

Fue integrante del Tribunal Nacional de Grado Científico de Ciencias de la Comunicación entre el 2005 y el 2009, y formó parte de los consejos científicos de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas, primero, y de Humanidades al desintegrarse las facultades, durante 22 años.

Participó en la habilitación de periodistas en Granma, Guantánamo y Santiago, y contribuyó al desarrollo de un plan de superación de posgrado de acuerdo con necesidades locales y formación ramal de diversas universidades en Las Tunas, Bayamo y Guantánamo. Ha colaborado con revistas especializadas de cine, además de su participación en festivales internacionales de este séptimo arte, del cual ha sido un crítico exhaustivo. Se desempeñó como Profesor Adjunto del Instituto Internacional de Periodismo José Martí de La Habana, desde el cual impartió docencia en diferentes provincias, y asistió cursos en Nicaragua; cumplió de igual manera como Internacionalista la Misión Sucre.

Es Afiliado de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, que lo congratuló con el Premio Espacio por la Obra de la Vida en 2011, y ha recibido la Distinción por la Educación Cubana, Medalla José Tey, la Placa Conmemorativa por el 50 Aniversario de la Universidad de Oriente y los  diplomas Aniversario 60 y 70 de la referida Alma Mater. Ostenta, asimismo, la Distinción Félix Elmuza y la Placa Conmemorativa por los 50 años de la Upec.

Entre las personas a las cuales les debo el ser humano y Periodista que soy hoy está su nombre. Mi familia está feliz de saber que recibió este premio, al igual que todos sus alumnos y amigos. Todavía queda mucho por aprender de usted maestro; no se podía esperar menos de una vida al servicio del mañana.