Capdevila natural de Guantánamo integró la primera promoción de médicos formados en La Habana por la Revolución Cubana y tuvo el honor de recibir el título de Doctor en Medicina de manos del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el Pico Turquino, suceso que lo marcó para toda su vida, al renunciar a las consultas privadas.

Al hospital de Gran Tierra fue a cumplir con honor el servicio social, luego trabajó en Manzanillo y finalmente en Santiago de Cuba, que lo acogió como un hijo, donde se hizo especialista de primer grado en Pediatría, más tarde se consagró a la Neonatología, poniendo sus amplios conocimientos y experiencias en el Programa Materno Infantil, recogidas en más de un centenar de publicaciones hasta el momento de su deceso.

El doctor Leonardo Capdevila Bravo fue ejemplo de profesional de la Salud Cubana, de Internacionalista, (en Nicaragua con su donación de sangre salvó la vida de una niña), de profesor de pre y post grado de las Ciencias Médicas y de cumplidor de la Ética Médica.

Con mucho dolor fue despedido el ejemplar médico, esposo, padre, amigo y compañero. Dejó un importante legado a las presentes y futuras generaciones de trabajadores de la Salud de Cuba, Santiago y el mundo.