Bajo la dirección de Carlos Suárez, el conjunto rojinegro destronó al monarca exponente y se incluyó en la instancia decisiva, pero no pudo contra el empuje de Capitalinos, que se coronó campeón tras ganar el tercer partido de la final (77-69) ante su afición.
Los indómitos estaban obligados a vencer par de veces en la sala polivalente Ramón Fonst para forzar el quinto choque y mantenerse con opciones de cara al título, ya que no tuvieron sonrisas en los duelos como locales (90-84 y 94-76).
Los primeros compases en la polivalente Alejandro Urgellés anticiparon una pugna más cerrada, porque las escuadras no se perdían la pista en el marcador. Finalmente, los habaneros sacaron ventaja, apoyados en buenas demostraciones colectivas y una defensa muy sólida.
No fueron tardes fructíferas de “Santiago”, aunque Esteban Martínez terminara como el máximo anotador en ambos encuentros (33 y 24 puntos). En el tabloncillo rival, los Halcones se aferraron a sus ansias de gloria y sacaron estrecha renta antes de ir al descanso (40-38).
Después, los dueños de casa tomaron el mando, con destaque ofensivo de Héctor Martinto (24 unidades) y de Neysser Coutin (19). Por los ahora subcampeones, sobresalió el ataque de Alexis Torres (16).
Capitalinos escaló por octava ocasión a la cima del Baloncesto cubano, lo había hecho por última vez en el año 2015. Mientras, los orientales quedaron a las puertas de su primer título.
Habrá que pulir detalles para consagrarse y afrontar la próxima edición de la LSB, pero nada puede reprochársele a este equipo cuya meta era clasificar a la postemporada y sacudirse el cuarto puesto anterior.
Los Halcones brindaron una excelente campaña regular y sobrecumplieron las expectativas de los seguidores del deporte de las canastas. Además de su capitán Martínez, fue importantísimo el despegue de figuras talentosas, entre ellos Luis Amaury Bueno y el joven Ibrahim Hechavarría.
De acuerdo con su estratega, la unidad en el grupo y la preparación iniciada por el profesor Adonis Navarro, director el pasado año, fueron claves del salto cualitativo.
“Los muchachos no se conformaron, salieron a buscar un mejor resultado, pero están contentos con su medalla porque saben que conllevó sacrificio. La afición pudo ver que se entregaban y ese es el objetivo de la LSB, que haya espectáculo para la gente”, expresó el director Carlos Suárez.
En cuanto a la final, reconoció el gran nivel de Capitalinos, “un equipo muy táctico, que tiene ocho jugadores en la selección nacional y mostraron un buen baloncesto. Nosotros comenzamos bien en los tres partidos, pero en los finales salió todo el cansancio acumulado durante el Campeonato y el play-off con Ciego de Ávila. Esa serie fue muy fuerte y tuvimos que batallar para pasar”, señaló.
Esteban Martínez promedió 28 puntos por partido y terminó como el máximo anotador en la lid, también integró el quinteto ideal. “No busco los títulos individuales, intento dar el 120 % en cada juego y llevar el equipo hacia adelante. Los reconocimientos salen con entrega en el terreno, por mi camiseta de Santiago de Cuba”, declaró a Sierra Maestra.
Sin duda, la garra de los Halcones merece todo el reconocimiento y su presea de plata sabe a gloria, junto al Campeonato que conquistaron las Mambisas en la lid femenina. La Tierra Caliente puede festejar que su Baloncesto vive un momento dulce.
