Ser el organizador principal en Santiago de Cuba del 39. Festival Jazz Plaza demostró el alcance de Rodulfo. Y ahora, mientras da los últimos toques sobre la marcha, al espectáculo de clausura en la Plaza de Marte, lo convencemos para que dedique al menos unos minutos al periódico Sierra Maestra.

“Te puedo decir que el Festival Jazz Plaza “De La Habana a Santiago”, se ha consolidado y lo demuestra el alcance de esta edición 39, que es la séptima en la que nuestra ciudad es sede de la fiesta de los jazzistas de Cuba y el mundo.

“En esta oportunidad hemos superado las expectativas que teníamos, especialmente en el aspecto de la calidad del talento programado en las locaciones”.

En relación con esta observación de Vaillant, nos viene a la mente las actuaciones aquí, por ejemplo, de Nachito Herrera, Yasek Manzano, Germán Velazco, Robertico Fonseca, Mike Davinson y su grupo, de Estados Unidos; Maikel Elizarde, Zulema Iglesias, y muchos otros, todos auténticos "monstruos" del pentagrama y del jazz.

“Ha sido un Festival bastante amplio -dijo y agregó: Nosotros tuvimos en Santiago de Cuba 99 presentaciones, por 160 La Habana y vamos a crecer en los próximos festivales”.

A su consideración, la reunión musical y teórica iniciada en la ciudad el 21 de enero, “ha tenido momentos cumbres como la presentación en la gala inaugural de Nachito Herrera con la participación del talento santiaguero.

“Mira, lo que hicieron los músicos santiagueros en ese espectáculo del Heredia y luego en otros escenarios, ha sido algo fabuloso y hay que agradecérselo a ellos. Esta fue la oportunidad que se le dio al talento de esta ciudad para brillar y brilló.

“Luego, podemos mencionar la presentación de Robertico Fonseca en la Sala Dolores; él es un artista muy esperado, porque además de su labor como pianista se convierte en un show interactivo, donde todo el mundo participa con él, lo que le da gran lucimiento al encuentro”.

Señala Rodulfo, además, que hubo otros momentos memorables y ante nuestra insistencia para que ponga ejemplos, manifiesta resistencia por el temor de dejar fuera alguna figura, algún grupo. No obstante, mencionó a Rumbatá, de Camagüey; Maikel Elizarde y su grupo, geniales; la orquesta Original de Manzanillo…

“A la Original Santiago de Cuba la ha estado esperando con ansiedad, luego del problema con la hija de Pachi durante una actuación y de que el grupo prácticamente se desintegrara.

“Como siempre desde su fundación hace 60 años, a la Original los santiagueros la quieren, la admiran, la tienen como una agrupación nuestra. A Pachi y a su colectivo los queremos aquí y nos llena de alegría ver como esa orquesta sigue viva, llena de entusiasmo, más ahora que están celebrando su aniversario 60 con tan buena salud, igual que las seis décadas de vida artística del maestro Pachi Naranjo”.

Sobre el Coloquio Mariano Mercerón In memoriam, que durante los días 22 y 23 de enero se desarrolló en el “Meliá Santiago”, Vaillant señaló:

“Puedo confesar que el Coloquio tuvo una calidad tremenda. Y con ese nombre he querido resaltar la figura de Mariano, uno de los músicos más importantes que ha dado Santiago de Cuba, prácticamente olvidado y desconocido por muchas generaciones.

“Mariano Mercerón fue uno de los pioneros en la práctica del jazz en la década del 30 del siglo pasado, en esta ciudad. Por lo tanto, es muy merecido que el Coloquio llevara su nombre, para resaltar su obra, su vida, y la importancia que tuvo en la música. Él falleció en México el 26 de diciembre de 1983 y murió siendo director artístico de la RCA Víctor y su orquesta ha sido referencia en América Latina a partir de su repertorio de música cubana, especializándose en los danzones… Mercerón nunca dejó fuera de su labor al danzón”. Y agregó:

“Fue un cubano que mantuvo vigente en todo momento y en todos los escenarios, la música cubana”.

Dice el también Presidente del Comité Provincial de la Uneac, que otro aspecto que lo llenó de satisfacción como organizador del Festival fue la respuesta del público...

“Para mí ha sido un orgullo ver la Sala Dolores repleta de público todos los días; ver cómo el Patio La Jutía Conga se quedaba pequeño cada jornada, para acoger a tanta gente que iba allí a disfrutar del jazz. Y así fue en el resto de los escenarios.

“Mira, hemos visto en el Festival, cómo el Iris Jazz Club ha tomado el carácter que le corresponde como club para promover el jazz, para crear allí un espacio para los músicos jóvenes. Y cada vez que nosotros tenemos un evento así, nos percatamos de la necesidad de que en el Iris Jazz Club se sistematice una programación jazzista para el bien del género y de los amantes de este”.

Comienza la gala final del Jazz Plaza y hay que dar por terminada la conversación. Pero antes, Vaillant puntualiza:

“En sentido general pienso que este evento… categóricamente puedo decir que si todos los encuentros precedentes han sido buenos, este ha sido el mejor. Y creo que si algo quedó demostrado es que debemos seguir trabajando para que cada día la gente disfrute más del jazz”.