“Crecemos” es un premio anual que otorga la junta directiva de la Fundación Caguayo, y se entrega a personalidades, proyectos artísticos e instituciones, cuya obre creativa, reflexiva o promocional ha sido prominente dentro del ámbito de la cultura artística y literaria, y que se destaque por sus valores éticos, estéticos, amor a la nacionalidad y búsqueda de la plenitud humana.

Al fundamentar el galardón, se enalteció la impronta de la obra de Amat, guitarrista, tresero, compositor, orquestador y productor discográfico; fundador y director por 17 años del grupo Manguaré, y luego creador de su actual agrupación Cabildo del Son, todo en defensa de la música cubana.

Por esos aportes relevantes de Pancho a la cultura nacional, la Fundación Caguayo determinó otorgarle el Premio Crecemos, consistente en una reproducción de la escultura Martí Crece, de Alberto Lescay, y un premio en metálico.

Previamente, dos jovencitas instructoras de arte -tresera y guitarrista- y una cantante, interpretaron Lágrimas negras, como parte del segmento artístico del homenaje.

Para la ocasión, Osmani López Castro, vicepresidente del Instituto Cubano de la Música, entregó al músico la Moneda 50 Aniversario del Movimiento de la Nueva Trova.

“Esta me corresponde por derecho propio. Cuando se fundó el movimiento en Manzanillo, yo estaba allí. Ahora, cuando se entregó la Moneda, yo no estaba en Cuba y agradezco que me la hayan traído hasta aquí”, dijo Amat.

El escenario del agasajo no pudo ser mejor escogido: el Monumento al Tres, obra en bronce hecha por el escultor Lescay Merencio y develada en 2011 en la intersección de las calles Reloj y Aguilera, frente a un lateral de la Sala de Conciertos Dolores.

Allí, visiblemente emocionado, Pancho Amat señaló:

“Quiero agradecer siempre a esta ciudad y a su pueblo… este monumento es un ejemplo de cómo hace Santiago con las tradiciones: las conserva, las cuida. Y recuerdo que cuando se inauguró quedó claro que detrás de este hubo muchas manos: las de Lescay, que asumió el trabajo con tanto amor, tanto cariño; está aquí Abel Acosta, que en ese momento era viceministro de Cultura y presidente del Instituto Cubano de la Música que tanto empujó; están los trovadores santiagueros, los músicos de aquí que también pusieron su aporte, y estaba el pueblo de Santiago… sin esos ingredientes no se hubiera podido hacer.

“Solo decir otras dos cosas: si yo no hubiera venido a Santiago de Cuba; si no me hubiera sentado en la Casa de la Trova; si no hubiera intentado seguir la huella de los trovadores santiagueros que generosamente me tendieron la mano y me enseñaron, yo no fuera lo que soy hoy; fuera otra cosa… existiría Pancho pero no sonaría igual.

“Y asumo en este homenaje, y en la entrega que me hacen estos dos amigos y santiagueros ilustres (Lescay y Alejandro Almenares), que en ellos se ejemplifica el cariño del pueblo santiaguero… De corazón muchas gracias… nunca voy a defraudar a Santiago de Cuba”.

En el acto se encontraban junto al pueblo que se sumó al homenaje, quizás el más antiguo trovador cubano en activo, el octogenario Alejandro Almenares; Eduardo Sosa, presidente del Festival; Rosa María Prades Bell, directora de la Empresa de la Música y los Espectáculos, y los premios nacionales de teatro y artes plásticas, Fátima Patterson y Alberto Lescay Merencio, respectivamente.

Lescay, también Héroe del Trabajo de la República de Cuba, abrazó efusivamente a Pancho, un músico que ha recibido otros importantes galardones como el Premio Nacional de la Crítica Especializada en el Cubadisco 1995 por su disco Son por tres y el Premio Especial Echo Klassik Award 2009, por su disco Clásica Cubana.