Este curso tendrá una parte teórica relacionada con el conocimiento básico sobre las especies y el método de anillamiento científico impartido por el Dr.C Freddy Rodríguez Santana, ornitólogo y jefe de la estación, y una parte práctica que será desarrollada por dos investigadores alemanes.
Como novedad de esta edición se encuentra que será no solo para profesionales de las ciencias biológicas, sino también para personas con diferentes perfiles ocupacionales como: estudiantes, graduados, jubilados y aficionados del Club de observadores de aves de Santiago de Cuba.
“Pretendemos empezar a fomentar la habilidad o herramienta de anillamiento científico de aves, más allá del ámbito eminentemente académico, sino que también recaiga en personas que de forma voluntaria se puedan involucrar en este tipo de maneras de hacer ciencia, desde sus perfiles ocupacionales, es decir que no necesariamente estén estrictamente ligados a la ciencia biológica porque entre más grande sea la base que creemos por ejemplo de anilladores, más posibilidades tenemos de perdurar en el tiempo y de contar con más expertos en los monitoreos mensuales que se hacen por parte de Bioeco”, dijo Rodríguez Santana.
Durante 13 años estas labores se viene haciendo todos los meses permanentemente y se escoge una semana en que los especialistas se mudan para el área selecciona sin salir a nada, casi siempre es en zonas boscosas donde habitan las aves. En la Reserva de la Biosfera Baconao se seleccionan varios espacios para este monitoreo como: Paisaje Natural Protegido Gran Piedra y Reserva Ecológica Siboney-Juticí, donde hay estaciones científicas pertenecientes a Bioeco.
“La importancia de este curso radica en la necesidad de preparar personas que desarrollen este tipo de técnica, que sepan aplicar herramientas de anillamiento científico de aves porque son muy pocos biólogos los que tiene nuestro centro, ornitólogos en específico, y tenemos mucha carga laboral y no damos abasto.
“Tenemos la ventaja de tener a diversas personas que nos ayudan en nuestras áreas protegidas; sin embargo hay que entrenar a muchas más, que el público aficionado participe, en otros países funciona, en Cuba funcionará también si le damos la oportunidad a quienes aman las aves de poder contribuir, porque ellos lo hacen de manera voluntaria, o sea, nadie les pide, les exige ni ellos esperan nada a cambio que no sea la satisfacción de contribuir y de estar en contacto con lo que aman”, puntualizó el investigador.
Durante toda esta semana estaremos dando más detalles sobre el evento que contribuirá a formar capacidades desde Cuba a favor del conocimiento, manejo y conservación de las aves endémicas y migratorias del oriente del país.
