Natacha Pérez, directora general de la entidad, refirió la búsqueda de alternativas a través del vínculo de las unidades prestadoras de servicios con las productoras, a fin de escoger las mejores hojas y lograr un puro que ofrezca experiencias únicas a los fumadores más exigentes.
Además, dijo, se trabaja en la obtención de capas de mayor limpieza, necesarias en el procesamiento de los Habanos de novena categoría y en los de la marca Cohiba.
La investigación científica que potencie la sostenibilidad y respeto por el medio ambiente y la innovación en el proceso de producción, en aras de contribuir al desarrollo de la economía nacional, devienen tareas constantes para los tabacaleros indómitos, expresó.
Significó que las limitaciones provocadas por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos a Cuba imposibilita el correcto desarrollo de la empresa, pues impide la importación de habilitaciones y de la materia prima necesaria para las confeccionadas en el país.
Afirmó que el tabaco constituye historia y patrimonio de la nación antillana y es reconocido como un producto élite en el orbe.
Yisel Samé, titular de la Unidad Empresarial de Base (UEB) San Luis, manifestó que los resultados económicos favorables permiten el pago de utilidades a los trabajadores, los cuales están comprometidos con elevar la eficiencia, optimizar recursos y crecer en los niveles productivos y de comercialización.
La industria tabacalera en este territorio suroriental está conformada por cuatro empresas filiales y cinco UEB.