Ubicado en la carretera de Siboney, para entonces fue montado con tecnología japonesa y a pesar de su obsolescencia, no ha perdido sus encantos.

En 2015 fue renovado y se agregaron atractivos como estanques para peces, un avión que traslada a sus pasajeros a las ciudades patrimoniales de Cuba; un ómnibus, un tren cafetería que es una verdadera galería de arte, donde los clientes pueden apreciar fotografías de sitios emblemáticos de la urbe.

Para este colectivo que celebra sus cuatro décadas, el 70 aniversario de la gesta del Moncada es una motivación especial; así lo reafirma Ramón Melgares Suárez, director general de la entidad.

“El Parque se ha convertido en una instalación de las provincias orientales, no hay un fin de semana que no lleguen varios ómnibus -en ocasiones más de 15-, con visitantes del Oriente y algo más.

“Estamos inmersos en la Tarea Ordenamiento y fuimos escogidos hace más de tres años, para ser Unidad Empresarial de Base Perfeccionada de subordinación local -amparados en el Decreto Ley 28-, que permite la autonomía económica, financiera y comercial que da el Estado. Desde entonces marchamos a la vanguardia.

“El camino no ha sido fácil, los primeros meses fueron muy difíciles, ninguno tenía la verdad en la mano de cómo aplicar la autogestión y aunque el primer año fue positivo, no estuvimos conformes; las consecuencias de la Covid-19, y el bloqueo afectaron durísimo”. acotó Ramón Parque, como todos le apodaron, por su permanencia en la instalación.

“Sin duda la autonomía y autogestión se revierten en mejores y variadas ofertas a los clientes, y una mayor remuneración salarial y de utilidades. Estamos orgullosos y estimulados, ese dinero salió de nuestro sudor, lo logramos con esfuerzo, sacrificio y mucha entrega, sin afectar al Estado y cumpliendo con el pago de los impuestos.
“Este lugar se ha convertido en nuestra casa, nuestra razón de ser; todos trabajamos para hacerlo marchar bien y que los visitantes, en especial los niños, reciban lo que se merecen, buen trato, eficiencia y calidad en los servicios.
“Sin vanagloriarnos, este es el camino para reanimar la gastronomía en general, con propuestas recreativas para todos los gustos y las posibilidades, para que mientras los más pequeños se diviertan en los equipos o muñecos inflables o dándose un chapuzón, los padres puedan disfrutar del frescor, el ambiente y las ofertas de nuestro parque.

“Entregamos al Gobierno un proyecto de Desarrollo Local para implementarlo en cinco años, no estamos pensando en el hoy, sino en el futuro para mejorar todo lo que sea posible.

“La seriedad en los pagos nos ha permitido tener proveedores seguros, que nos permite mantener estabilidad en las ofertas. Las confituras, refrescos, jugos, cervezas, y vinos los compramos a las Mipymes, al igual que algunos cárnicos. Ciertamente los precios no son bajos, y la estrategia es bajarlos de acuerdo con su adquisición.

“Son variadas las opciones de los diferentes restaurantes de comida criolla y en los picnic, que pueden reservarse por el teléfono 22643449 o directamente en la unidad.

“Para que las confituras lleguen a los niños y no caigan en manos de revendedores, confeccionamos módulos solo para ellos, con las golosinas que asigna el Gobierno a un precio asequible (aunque los costos también han subido).

Sobre la base de harina de yuca y con precios módicos, elaboramos productos que gozan de aceptación: churros, panes, bolas de yuca...

Es un reto para el colectivo rescatar atractivos que el público añora como el rodeo, la equitación, el deporte canino y mantener una programación cultural y deportiva variada, que permita explotar el pequeño anfiteatro y el gimnasio al aire libre.

Sin duda el Parque de los Sueños, sigue siendo el desvelo de muchos trabajadores y directivos que se empeñan en que la familia santiaguera y en especial los niños sigan soñando con visitarlo.