El mes de mayo resulta decisivo para acercarse al plan, aunque es destacable que el ingenio sobrepasó las 11 900 ton de la zafra 2021-2022 -la más exigua de su centenaria historia- y hoy la realidad es que lo pactado está muy lejos.
La carencia de combustible ha imposibilitado el corte y tiro de la caña desde los campos y se trabaja para habilitar los medios de transporte. A eso se añade la lluvia de los últimos días en varios campos que tributan la caña al coloso palmero.
Otro asunto engorroso ha sido el aseguramiento de partes y piezas para la técnica así como algunas roturas en la industria que mellan el aporte del importante componente de la canasta básica. De todas maneras en el Dos Ríos persisten las labores para la continuidad del “proceso físico químico de extraer de la materia prima el jugo para clarificarlo, concentrarlo y, mediante preparaciones químicas, cristalizar, crear los granos de azúcar para, en la centrífuga separarlos y obtener la azúcar propiamente dicha y la miel de caña”.