De seguro usted no conoce el rostro de sus trabajadores, pero sí la sigla que identifica a la sociedad mercantil de capital 100% cubano, Servicios de Seguridad Integral S.A. (SEISA), la que  durante 35 años ha protegido a los cubanos, con sistemas contra incendios e intrusos, para garantizar la salvaguarda de personas, inmuebles y equipamientos.

Parece que fue ayer, cuando un 4 de mayo de 1988 echará a andar este proyecto, que también apuesta por ‘salvar vidas’, solo que desde el ámbito tecnológico, al punto de convertirse en líderes en la articulación de sistemas de protección contra incendios y de seguridad física en Cuba; avalado por su producto estrella: el extintor cubano Ayax.

Mucho ha llovido desde entonces, no ha sido fácil sumar nuevos servicios y explorar y explotar un horizonte de posibilidades. De esos empeños cotidianos durante 35 años nos hablan voces autorizadas que laboran en la sucursal santiaguera de SEISA.

Cesar Rafael Portuondo López,  un hombre que ya se despide del trabajo, pero que con su entrega y sapiencia deja una huella aquí, donde labora desde 1995, nos comenta:

“Proveer para el mercado mayorista y minorista en Cuba medios técnicos como extintores portátiles, sistemas de señalización, luces de emergencia, medios de protección, sellos y valijas de seguridad y cerrajería, está entre las misiones de SEISA; laboramos con la aspiración de convertirnos en una empresa de alta tecnología, y eso dice mucho de la calidad del personal que aquí labora.

“Pero más allá de los resultados profesionales que nos distinguen, nos caracteriza ese sentido de pertenencia, esa unión familiar, el ambiente que se respira en nuestra sucursal.  Y es que defendemos esa identidad, las cinco letras de SEISA,  tanto y como mismo defendemos las cuatro letras de Cuba, y considero es lo más importante. No solo llevar el nombre en una gorra o pulóver; también en el corazón.

“Me despido de mi vida laboral activa con la tranquilidad de saber que en las nuevas generaciones de profesionales que hoy integran el colectivo, está garantizado el futuro”.

Con juventud y experiencia no hay imposibles; así lo corroboró el joven Orlean Guilarte González, ingeniero en Control Automático, Jefe de Taller de Recarga de Extintores, quien lleva cuatro años de labor y dice: “aquí tuve muy buena acogida desde mis inicios como técnico en medios de seguridad. He tenido la oportunidad de superarme con cursos afines a las labores que realizamos, y gracias a la integración de la empresa con la Universidad, estoy optando por la categoría docente y por obtener un título de Maestría.

“Formo parte de la reserva de cuadros, gracias a la confianza que han depositado en mí. Somos una gran familia, y ese trabajo en equipo hace que te apropies de muchas cualidades y se afianzan sentimientos. Si tuviera que decirte una palabra que distingue a nuestros trabajadores, te diría que nos caracteriza la Confianza”.

Con 11 años de labor en la sucursal santiaguera, Edgardo Paumier Catanares, Técnico Medio en Electrónica y Jefe de Brigada de Instalación y Mantenimiento a Medios de Seguridad, comenta su sentir: “SEISA me ha dado la posibilidad de crecerme como profesional; y más que un trabajo he sentido como un reconocimiento el haber colaborado con la recuperación de los hoteles en la Cayería Norte de Ciego de Ávila y en Cayo Coco, tras el paso del ciclón Irma. Soy el secretario general de la sección sindical de esta Sucursal, que es una familia gigante, donde todos somos uno.

“Aquí he crecido como profesional, pude matricular la carrera de Ingeniería Eléctrica y he aprendido muchísimo sobre sistemas novedosos de alarmas. Si el tiempo volviera atrás, volvería a ser seisiano, como nos nombramos quienes les ponemos a SEISA alma, corazón y vida.

Una mujer nombrada Odalis López García, fue fundadora de la sucursal en Santiago de Cuba desde 1994, y dirigió por mucho tiempo los pasos de la empresa; desde hace más de un año  lo hace otra mujer, Nelvis Bles Torres, Licenciada en Contabilidad y Finanzas y M.Sc. en Finanzas, quien expresó lo que representa ser Gerente de esta Sucursal y dirigir 28 trabajadores -nueve mujeres y 19 hombres-, de ellos 10 jóvenes.

“SEISA significa pasión por lo que hacemos. Es familia, superación, sacrificio y entrega. Comencé trabajando en el área de Atención a Clientes, y siempre admiré la experiencia comprobada de los trabajadores en todos los sistemas. Es un gran honor y a la vez un inmenso reto mantener el legado y elevar los resultados positivos de la empresa”.

Los ingenieros en Control Automático, Bárbara Lidia Romero Moya y Luis Bizet Altes, tomaron de la mano el amor y el deber; forman una pareja hace casi 40 años y entre sus grandes pasiones está la familia y SEISA, que ha sido parte inseparable de sus vidas.

Bárbara, como especialista Comercial  ha tenido el encargo de orientar, guiar y acompañar al cliente en su gestión de lograr  la protección de su instalación; Luis, como especialista principal del grupo de Ingeniería, se dedica a proyectar la mejor solución técnica de seguridad para ese usuario.  

Cuentan que el compartir los mismos intereses laborales provocó que en muchas ocasiones llevaran a casa los problemas o preocupaciones de trabajo, ‘a veces sin notarlo era de lo único que se hablaba en el hogar’, confiesan.

“Pero también ha sido maravilloso crecer como profesionales uno al lado del otro, no han faltado las felicitaciones, el elogio, pero también las sugerencias, las discrepancias y hasta el regaño, cuando las miradas a un tema eran diferentes”. 

Luis, único fundador de la sucursal santiaguera dice adiós al trabajo, el reloj y el calendario le indican que ha llegado la hora de la jubilación, esa que asumirá con la satisfacción del deber cumplido y con la convicción de que en SEISA encontró su razón de vivir.