Santiago de Cuba,

POR QUÉ DESFILO +Ubicación de los sindicatos

29 April 2023 Escrito por  Mayte García Tintoré

Quizás usted como yo, añora el día primero, pues está más cerquita del 5, fecha de pago de muchos trabajadores, quienes quedamos 'desplumados', tras una semana de receso escolar, y la subida del costo de la vida; también porque una parte de los mandados llegan a la bodega y se alivia la situación en casa.

Pero este primer día del mes de mayo es esperado por muchos, y no solo por las razones anteriores, otras que no entienden los detractores de la Revolución nos unen, y nos hacen soñar con un desfile multitudinario, colorido, con la fiesta del pueblo trabajador.

Los enemigos de aquí y de allá, quienes se empeñan en restarle importancia a la efeméride o trastocan su esencia, se preguntan cómo los cubanos hemos resistido bloqueo, crisis, apagones, falta de comida, de combustible y las mil y una noches...y seguimos ahí, en pie, construyendo el futuro, defendiendo la Patria y para colmos, preparando un desfile en medio de una crisis.

Algunos “vecinitos del Norte” y otro grupito de aliados del sur, quienes no se van de Cuba, se benefician de todas las bondades de la Revolución y siguen blasfemando; nos tildan de locos, sumisos, come candela; porque cuando más notable se hace la crisis económica, cuando una inflación nos tiene cogidos por el cuello y aprieta tan fuerte que pareciera que no vamos a aguantar; seguimos unidos, empujando un país.

A esos, les molesta y mucho, que se adornen con cadenetas, banderas y carteles los centros laborales, que se pinten pancartas alegóricas, que se cumpla con la entrega de la cuota sindical como saludo a la fecha, que se promuevan donaciones de sangre, donativos a instituciones de salud y hogares de niños sin amparo familiar o que se convoquen a trabajos voluntarios en apoyo a la agricultura.

1234Les fastidia y mortifica, que la fiesta del proletariado mundial, esté dedicada a la heroicidad del pueblo cubano y convide a ponerle “A la Patria, manos y corazón”.
Y es que no entienden o no quieren entender, que los cubanos a lo largo de la historia han demostrado esa capacidad de resistencia, de no flaquear por convulsos o difíciles que sean los tiempos.

Por eso hoy, aunque el refrigerador nos parezca el Polo Norte y los bolsillos estén lisos, no precisamos de ultimátum, imposiciones o prebendas para ir a desfilar; somos cientos de miles los que salimos por voluntad el Día Internacional de los Trabajadores, para celebrar al ritmo de la conga santiaguera, pasar por la tribuna y saludar a nuestros dirigentes y a decenas de hombres y mujeres que llevan el pecho cargado de medallas y el corazón acelerado, por ser protagonistas y ejemplo ante el trabajo.

Somos más los que llenamos nuestras calles y plazas, los que brindamos hasta con agua con los compañeros de trabajo, los que desempolvamos sombreros, gorras, pamelas, pachangas; los que usamos en nuestra vestimenta los colores rojo, blanco y azul sin que lo indique el ‘organismo superior' sino porque llevarlos es sentirse cubanos.

Arrollar con La conga de Los Hoyos, San Agustín, Paso Franco, San Pedrito… bailar hasta que duelan los pies, sonreír a carcajadas, brindar con lo que aparezca, y celebrar con los compañeros de labor en la populosa Martí o en Trocha, es una tradición que no dejaremos perder, por más duros que sean los tiempos.

Por fortuna, somos millones los que cada Primero de Mayo damos al mundo una lección de firmeza, de unidad y de fe en la victoria. Las imágenes desde todas las plazas de Cuba, no son montajes ni un show mediático; esa alegría en los rostros, el abrazo entre compañeros de labor, entre amigos que solo coinciden en la fecha, las fotos de familias que unidas marchan y hasta con los más pequeños cargados sobre los hombros, no fueron pagadas ni canjeadas. Pregunte qué trabajador al día siguiente quedará despedido por no participar en el desfile.

12345Celebrar el Primero de Mayo es una oportunidad de demostrar que amamos lo que somos y tenemos; que es un sol radiante, a pesar de sus manchas, esas que hay que combatir día tras día para frenar lo mal hecho, para impedir que unos pocos lucren con el sacrificio de otros, para cerrarles el paso a quienes se aprovechan de la escasez.

Lo más importante es que los cubanos dignos no mezclamos las cosas; que vivimos momentos duros, es verdad; que soñamos con un mejor mañana, también, donde la pregunta del día no sea qué voy a cocinar ni el disgusto lo traiga un apagón en el horario pico, el gas que no llega al punto, la espera de dos horas en una parada o el medicamento que no hay en farmacia pero está en manos de revendedores.

Lo que nos hace diferentes es que a pesar de padecer los efectos de un abominable bloqueo, de sortear errores y sopesar actitudes negativas, indisciplinas e ilegalidades; los cubanos bien sabemos que la esencia y la valía de la Revolución supera cualquier escollo, y lo que muchos esgrimen como argumentos para separarnos, para lograr el desaliento; nos une y hace fuertes, invencibles.

A mí, me sobran razones para festejar el Día Internacional de los Trabajadores y lo haré con la misma alegría y patriotismo de siempre. Si usted es como yo, de esos a los que las piernas no le tiemblan ni con los temblores, de esos que no se dejan confundir aunque la soga esté pegadita al cuello. Nos vemos en la Plaza el Primero de Mayo. Por un mejor futuro para Cuba y los cubanos.

ubicaicion

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