Los principales responsables de todo el proceso fueron los propios estudiantes que se encargaban de recolectar las donaciones, almacenarlas y distribuirlas entre los más necesitados, una de las activistas más laboriosas es Natalia Rabanal Cuadras, que aparte de ser voluntaria en varias ocasiones como trabajadora de los centros de aislamiento de la provincia, fungió en diversas funciones.

 El Proyecto fue fundado el 18/8/2021, ¿cómo llegas a formar parte de él?

Yo conocía y me mantenía al tanto de su existencia pues tenía amistades que eran parte del esquema y me hacían saber cómo era todo el proceso. Yo estaba siempre muy activa en las redes sociales que era donde se desarrollaba principalmente la campaña, compartía los enlaces de los grupos en los estados y las historias de Facebook, difundía las convocatorias y exhortaba a todos a que se unieran a la iniciativa, hasta que me invitaron a formar parte de la administración.

¿Qué papel desempeñas?

Empecé como mensajera, ya que los organizadores se percataron de la necesidad que había de asistir a un determinado grupo de personas que no podían ir a las entregas o bien no podían desplazarse debido a alguna discapacidad física o fatalismo geográfico. Más adelante tomé las riendas de la administración en la provincia, y me mantengo realizando esta tarea.

¿En qué consiste el trabajo de la administradora?  

Es la encargada de colectar y administrar todo lo que se dona, almacenar los medicamentos en un lugar seguro y velar por su protección y su buen estado de conservación. Es la responsable material de las medicinas.

¿Aunque el proceso nació en Santiago de Cuba, se extendió por todo el país llegando a las provincias, por qué  crees que se logró esto?

Considero que el éxito y extensión del proyecto es debido a su carácter meramente humano y altruista, porque no donábamos lo que nos sobraba sino lo poco que teníamos, y como fomentábamos la donación y el intercambio de medicamentos, el uso de la medicina natural y tradicional, esto promovía los sentimientos de solidaridad y colaboración para eliminar la venta y el tráfico desmedido de medicamentos, hecho que golpeaba duramente nuestro sistema de salud y a la población en sentido general.  

Con la creación y funcionamiento de esta red en todo el país miles de familias han sido beneficiadas por la bondad y solidaridad de los colaboradores; no hay una provincia cubana a la que no haya llegado la mano amiga extendida para ayudar y consolar al necesitado en los momentos más duros, por lo que la red De Corazón es sinónimo de Humanismo, Altruismo, Solidaridad y Vida.