Un período que marcará el futuro del país ibérico en muchos terrenos, pero en especial en su nexo con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en el afán de recuperar su verdadero papel de puente en Europa.

La cita cimera UE-Celac se realizará en el segundo semestre de 2023 cuando España asumirá la titularidad de la concertación del Viejo Continente, a la cual se acaba de integrar Croacia, como el miembro pleno número 28 del grupo. Antes, en el mes de marzo, el rey Felipe VI se trasladará a República Dominicana para tomar parte en la XXVIII Cumbre Iberoamericana.

Cabe subrayar que el actual Gobierno español está dominado por la izquierda, el mayoritario Partido Socialista, junto con la alianza Unidas Podemos (Izquierda Unida y Podemos), y tiene bastante cercanía con las administraciones latinoamericana de similar color político.

Los triunfos de Xiomara Castro en Honduras, Gabriel Boric en Chile y, más recientemente, de Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil, fortalecieron los lazos de España con el llamado Nuevo Mundo.

Aun así, quedan asperezas por limar, sobre todo con México, cuyo presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha reiterado sus críticas al comportamiento de las empresas españolas en su país.

-ELECCIONES

Igualmente, 2023 será un año crucial para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en general para la izquierda española, seriamente amenaza de perder el poder en comicios municipales y regionales, y en particular, el Palacio de la Moncloa.

De momento las encuestas favorecen por estrecho margen al conservador Partido Popular (PP), principal fuerza de oposición que lidera el gallego Alberto Núñez Feijóo, y con un gran peso de dos líderes de comunidades autónomas, Juanma Moreno (Andalucía) e Isabel Díaz Ayuso (Madrid).

Sánchez, con altibajos, será sin dudas la carta de los socialistas para la reelección, pero el temor está en el fraccionamiento de otras fuerzas de izquierda, que eventualmente podrían presentarse con otra política gallega, Yolanda Díaz.

Díaz, vicepresidenta segunda de la actual administración, es del ala más a la izquierda de Unidas Podemos y trata de impulsar un movimiento denominado “Sumar”, que de momento no despegó como alternativa, cuando la ultraderecha de Vox gana adeptos y el centroderechista Ciudadanos atraviesa horas bajas.