Y dominando el escenario, iluminada y serena, la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, la Patrona de los cubanos, ante quien Queli Irca, la Mayora de Salón de la TF, se inclinó respetuosamente antes de comenzar la celebración.

Atentos a cada momento del espectáculo, estuvieron funcionarios del Partido Comunista de Cuba, del Gobierno, de Cultura, del Centro Provincial de Casas de Cultura, del Centro Provincial de Patrimonio Cultural; Fátima Patterson Patterson y Alberto Lescay Merencio, premios nacionales de teatro y artes plásticas, respectivamente, Pascal Perrot, director de la Alianza Francesa en Santiago de Cuba.

Andrea, la presidenta de la Sociedad Tumba Francesa La Caridad de Oriente, junto a sus músicos

La calle Carnicería, entre Trinidad y Habana, en el barrio de Los Hoyos y frente a la sede de la TF, sirvió como escenario a la celebración, en la que se combinaron varias expresiones de la cultura popular tradicional:

La propia TF, con una muestra de bailes, cantos y toques de tambor, especialmente el llamativo y rítmico baile de masón con cinta; “Voces del Milagro”, un coro excepcional llegado desde El Cobre con sus alabanzas; la improvisación campesina, al estilo del repentista Carralero; los danzoneros y el baile nacional cubano, y para cerrar, el toque irresistible que sumó a todos los presentes, de Los Tambores de Enrique Bonne, con Joaquín Solórzano al frente.

La TF quiso en medio de la fiesta, tener una deferencia con el Poder Popular santiaguero y con la Fundación Caguayo, en la persona del escultor Alberto Lescay Merencio, y les entregó reconocimientos por el apoyo brindado a la agrupación.

La gala vecinal, dirigida por Reynaldo López y conducida por Gerardo Houdayer, reservó otro momento especial, cuando Suitberto Frutos, director del Centro Provincial de Patrimonio Cultural (CPPC), dijo las palabras de elogio para la TF, agrupación fundada en el entorno, el 24 de febrero de 1862.

Recordó, que la preocupación mundial por proteger el patrimonio cultural intangible es un hecho relativamente nuevo, que surge a partir de la toma de conciencia sobre la importancia de su salvaguarda como garantía de la creatividad permanente de la sociedad.

Suitberto Frutos, director del CPPC, dijo las palabras de elogio a la Tumba Francesa

Enumeró los criterios definidos por la Unesco para proclamar Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial: Poseer un valor excepcional, obras maestras del genio creador humano; estar arraigadas en la tradición cultural o en la historia cultural de la región; desempeñar un papel de afirmación de la identidad cultural de la comunidad concernida; se distinguiera por la excelencia en la aplicación de las destrezas y calidad técnica; constituyera un testimonio único de una tradición cultural vida; estar amenazados de desaparecer por la falta de medios de salvaguardia o por los procesos acelerados de transformación.

Al referirse a parte de la historia de la TF, Frutos señaló, que “siempre se ha dicho que los esclavos trajeron la tumba francesa a Cuba. Lo cierto es que el origen de dicha tumba –como se baila en los salones- no es la tumba que trajeron los esclavos, es una tumba que bailaban los hijos y descendientes de esclavos negros y mulatos libertos, que surge como extensión de los que bailaban los esclavos, pero más refinados y más bien una imitación de la fiesta de los amos. No se puede negar que su semilla fue la de los esclavos pero el nivel cultural de los que la llevaron a la sociedad hizo que al desarrollarse este embrión se creara una tumba cubana bailada por los hijos de los franceses, de donde toma el nombre de Tumba Francesa o Baile Francés, es por lo que ese baile es una de las primeras de nuestras manifestaciones folclóricas”.

La Tumba Francesa “La Caridad del Cobre” fue fundada en 1862 y cuentan los descendientes de sus fundadores, que en ella se reunían, cuando había bailes, los patriotas Antonio Maceo, Guillermón Moncada.

Frutos señala como momentos posteriormente trascendentales para la TF en Santiago de Cuba, por el apoyo que recibe: el triunfo de la Revolución cubana el 1° de enero de 1959 y luego la creación de la Fiesta del Fuego y de la Casa del Caribe, con Joel James al frente.

Tras la convocatoria de la Unesco, investigadores e instituciones laboraron en los expedientes de la TF La Caridad de Oriente, y afirma Frutos, el gran valor de este trabajo, el reconocimientos a quienes lo hicieron y lo mantienen a lo largo de estos 20 años como “ejemplo y consecuente responsabilidad ya no solo de las presentes generaciones sino de las futuras “.

Mencionó a Nemesia Danger, hija de los esclavos Agustina y Salvador Danger, madre de Consuelo Venet Danger, La Reyna Tecla, primera mujer catayé, bailadora y cantadora, responsable de la TF hasta la década de los años 60s del siglo XX, y cómo sus hijos, nietos y otros descendientes conformaron la agrupación para que no desapareciera.

“La TF La Caridad de Oriente, con la familia Venet-Danger portadora de la tradición por ocho generaciones, conserva los estatutos y patrones de las tumbas originales, festejan sus santos patronales, fechas simbólicas; mantienen su espíritu africano y sus tambores, que tienen más de un siglo, fueron hechos por manos africanas; se baila el masón con sus cuadros; el yubá o frenté… muy parecido a la rumba cubana…

“Por la garantía de autenticidad e integridad en lo histórico, etnológico, científico, estético y cultural que posee este grupo portador de la cultura popular tradicional del oriente cubano; por mantener sus rasgos originales y únicos, la TF La Caridad de Oriente fue incluida en la lista de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad en 2003, primera –y única del país de su tipo con tal distinción, hasta ahora- y la número 26 en el mundo. Entonces, felicidades sus miembros en este aniversario; nuestro respeto y pensamientos de gratitud para quienes la iniciaron, la continuaron y la llevan adelante, y a todos este homenaje por tan inmenso amor y auténtica defensa de nuestras más profundas raíces culturales”, finalizó diciendo Suitberto Frutos.

Inmensos como siempre Los Tambores de Enrique Bonne

Luego de las palabras del Director del CPPC, sonaron en Carnicería, entre Trinidad y Habana, los Tambores de Enrique Bonne, se sumaron los de la Tumba Francesa y la fiesta cerró con una singular conga santiaguera de la que casi nadie pudo abstraerse.