Una representación heterogénea del pueblo santiaguero, de sus combatientes, jóvenes estudiantes, pioneros, hombres y mujeres, en nombre del pueblo de Cuba se reunió en la exposición, para conmemorar el hecho histórico.

La apertura de la exposición tuvo lugar en el mismo entorno donde se desarrolló parte del juicio a Fidel por la Causa 37, es decir: el entonces Hospital Civil Saturnino Lora hoy Parque Museo Biblioteca Abel Santamaría, y a pocos metros de la antigua salita de estudio de las enfermeras, donde el jefe de la Generación del Centenario pronunció su autodefensa.

Encabezaron la asistencia a la actividad, los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) José Ramón Monteagudo Ruiz, primer secretario del PCC en la provincia; Beatriz Johnson Urrutia, Gobernadora, y Lázaro Expósito Canto, Héroe del Trabajo de la República de Cuba, junto a Alberto Alvariño Atienza, jefe de la Dirección de Preservación del Patrimonio Documental de la Presidencia y Jorge Luis Aneiro Alonso, presidente de la Unión de Historiadores de Cuba y director de la Oficina de Asuntos Históricos de la República de Cuba.

En un hermoso discurso que dejó abierta la exhibición, el arquitecto Omar López, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad, recordó cómo por estos mismos pasillos cruzó Fidel, en traje azul y esposado, cerca de las nueve de la mañana de aquel 16 de octubre de 1953, y cuando pasada la una de la tarde finalizó la vista y él había pronunciado su autodefensa conocida luego como La Historia me Absolverá, ya se había convertido de acusado en acusador del régimen de Fulgencio Batista y había denunciado casi todos los males que aquejaban a Cuba y que llevaron a la Generación del Centenario a protagonizar la acción del 26 de julio.

“Fidel anunció un programa revolucionario que diera luz y futuro a la nación”, dijo y agregó al referirse a “La Historia me Absolverá”, que el régimen batistiano, no soportó la carga de evidencia y denuncia que realizara el joven abogado Fidel Castro, quien luego de reconocer su liderazgo en la acción y ratificar a Martí como autor intelectual de los sucesos en las dos primeras sesiones, fue sacado del juicio y postergado este para él, por una “eventual enfermedad” que impedía su presencia.

Dijo Omar López, que así evitaron sus decisivas intervenciones como abogado; callaron su voz; quisieron incluso acabar con su vida en la cárcel. Pero nada detuvo el ímpetu revolucionario y la rebeldía de Fidel.

Puntualizó, que el juicio en general terminó el 6 de octubre donde fueron sentenciados 29 de los acusados por los hechos del Moncada; que días más tarde, el 16 de octubre, en una fecha como hoy, llegó el momento crucial para realizar el juicio a Fidel y se esgrimió el delicado estado de salud de Abelardo Crespo por las heridas recibidas, para tomar la “decisión” de llevar a cabo la vista en la sala de enfermeras del “Saturnino Lora”.

Significó, la presencia allí de la periodista Marta Rojas, entre las pocas personas que se le permitió asistir, quien se encargó de escribir sobre el juicio, sin dejar escapar ningún detalle.

Señaló Omar López, que todo parecía transcurrir en calma; se cumplieron los protocolos, y la intervención del fiscal fue una apretada síntesis, con la esperanza de terminar aquello en breve tiempo.

“Pero ocurrió lo inesperado: Fidel en su condición de abogado pidió asumir su defensa, solicitó prestado al abogado Baudilio Castellanos un Código y ante la expectativa general discursa con increíble fluidez; según Marta Rojas, parecía que declamaba un poema épico, y lo hizo por dos horas. Nada ni nadie lo detuvo. Nació así -dijo López- una de las páginas más revolucionaria, intensa y patriótica de la historia de la nación cubana. Nada le es comparable.

“Los presentes lo escucharon absortos: jueces, periodistas, militares, enfermeras, y el personal del hospital que se atrevió a acercarse, unos motivados por el discurso; otros, por la fluidez de sus palabras; por la entonación de su verbo; por la capacidad de denunciar una realidad que enlodaba a la Patria; y por otra parte, sorprendidos por las propuestas; por el programa de acción; por los objetivos perseguidos”.

“De los aspectos trascedentes tratados por Fidel, estaban los seis problemas fundamentales que aquejaban la nación: tierra, vivienda, salud, educación, desempleo e industrialización, así como la implementación de leyes, una vez alcanzado el triunfo revolucionario. Eran pocos los presentes pero lo que fue necesario decir fue dicho”.

Más adelante, Omar López indicó que “La Historia me Absolverá con el tiempo, fue reconocido como un manifiesto programático; acta de acusación y denuncia de los crímenes de la tiranía; alegato de justificación legal, moral, filosófica y política de la lucha revolucionaria; es -añadió- un documento raigal de la Revolución Cubana y uno de los textos principales en toda la historia del pensamiento y la acción política en Cuba y en América Latina”, y agregó:

“El final de sus palabras no pudo ser más elocuente y realista, al expresar: ´En cuanto a mí, sé que la cárcel será dura como no lo ha sido nunca para nadie, preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento. Pero no la temo como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a 60 hermanos míos. Condenadme, no importa, la historia me absolverá´.

“Terminó así el juicio a la 1:20 de la tarde y de allí salieron personas conmocionadas por lo que vieron y oyeron. El valor histórico y la trascendencia de lo acontecido marcó la ciudad, el país y el Continente para siempre”.

Finalmente, Omar López dirigió sus palabras a las nuevas generaciones de cubanos para decirles “que en estos ámbitos de gloria se encuentra la energía vital de la Revolución; en ellos está la fortaleza y el poder del ejemplo y el significado elocuente, según Martí, de la utilidad de la virtud. Aquí vivirán por siempre Haydée y Melba, Mario Muñoz y tantos jóvenes moncadistas; aquí siempre podrá encontrarse a Abel Santamaría Cuadrado.

“Hoy sentimos gratitud infinita por el protagonista principal de estos hechos, el moncadista Fidel, el rebelde Fidel, el Comandante en Jefe, el eterno líder de la Revolución Cubana, porque supo amar y luchar por la definitiva y total independencia de la Patria.
“Maestro del contraataque pasó de acusado a acusador; explicó con argumento y con la práctica cómo avanzar por el camino de la Revolución; Fidel es un paradigma del ser revolucionario; que nunca detuvo la lucha contra un enemigo aún más poderoso como es el imperialismo yanqui, contra el bloqueo inhumano, contra un enemigo que no admite la realidad de un proyecto de nación cubana ajeno a sus intereses.

“Qué difícil es atrapar el futuro y colocarlo para siempre en la vida de todos los hombres. Eso hizo Fidel, por eso: gracias por su legado y su visión de futuro”.

Un recorrido por la exposición pone al visitante en contacto con libros patrimoniales; con la primera edición de La Historia me Absolverá, lograda en plena lucha en la clandestinidad y distribuida asimismo por todo el país.

Hay en la muestra numerosas ediciones realizadas luego del triunfo de la Revolución, incluyendo la versión anotada donde Pedro Álvarez Tabío y Guillermo Alonso incorporan al texto un copioso aparato de notas para certificar de manera definitiva el texto del documento histórico, dejando atrás errores y erratas.

En una de las vitrinas se exhiben tres ediciones de “La Historia…”: un ejemplar de la primera edición dedicado al luchador revolucionario santiaguero y compañero de Frank País, Luis Felipe Rosell. La dedicatoria encierra historia:

“Luis Felipe: Para Ud., buen cubano, este trozo de nuestras vidas con el más fiel deseo y la fe de que será comprendido ante la necesidad de liberar la Patria, que así será.

En nombre de los que quedamos y principalmente de Fidel, con el sincero afecto. Melba Hdez. Stgo. De Cuba, 4 junio, 1956”.

Ese ejemplar, el hijo de Luis Felipe lo conserva como patrimonio histórico y familiar y lo facilitó para exponerlo en la muestra.

Y también está la primera versión del documento, en febrero de 1959 y es la primera posteriormente al 1. de enero de 1959; y está la versión más reciente, de 2022.

Igualmente, en la expo se pueden ver diferentes formatos de “La Historia me Absolverá”, desde miniatura hasta versiones ilustradas de gran tamaño en diferentes idiomas, incluyendo una con el sistema Braille de escritura dáctil para ciegos; también, diferentes ediciones sobre el juicio del Moncada, en especial libros de la autoría de Marta Rojas, que ella perfeccionó y amplió a lo largo de su vida.

Casi al mediodía, otra de las actividades dentro de la jornada por los 70 años de La Historia me Absolverá fue la conferencia Vigencia de un pensamiento, a cargo del Dr.C. Luis Alberto Pérez Llody, vicerrector primero de la Universidad de Oriente y profesor en la Facultad de Derecho.

La jornada de hoy se completa en la tarde, con la presentación por la Dra.C. Maribel Brull, de la Universidad de Oriente, de la página Web de la Red Nacional que hoy cumple cinco años e incluye instituciones a lo largo del país, vinculadas con los hechos del 26 de julio de 1953.