Así, esta vez cuando todo ha girado en torno a la celebración de la Jornada por el Día de la Cultura Cubana, en la Plaza de Marte, por ejemplo, la noche del sábado la actividad musical con la conga Los Elegidos (una mezcla de integrantes de varias de estas agrupaciones del Carnaval Santiaguero) recibieron la encomienda de llevar a las calles su arrolladora sinfonía de tambores, campana y corneta china.
Otros grupos de música tradicional y folclórica se van ubicando en puntos de la calle Enramadas, aunque en verdad aun falta un buen trecho para que la animación alcance su clímax en la populosa vía y hasta en el entorno de la Plaza de Marte.
Y sin lugar a dudas, los precios siguen constituyendo un valladar casi infranqueable para muchos santiagueros que optan por no molestarse en visitar la aún popular Noche Santiaguera y una muestra está en que numerosos centros de servicios, muy bien montados y atendidos, permanecen casi vacíos pues falta el protagonista: el cliente.
Hay más detalles como la falta de iluminación en algunos sitios, que nada tienen que ver con la contingencia energética que vive el país y sí con una mejor percepción de los responsables de alumbrar adecuadamente una vía que se supone va a acoger una celebración bien popular por demás.
Lo precedente fue constatado este fin de semana por los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), José Ramón Monteagudo Ruiz, primer secretario del PCC en la provincia, y Beatriz Johnson Urrutia, Gobernadora, junto a otros dirigentes de la Gobernación y de entidades presentes con sus ofertas desde la Plaza de Marte hasta la Avenida Jesús Menéndez o Paseo Marítimo como suele llamarse ahora a la antigua Lorraine o Cristina.
Los señalamientos fueron concluyentes: las Noches Santiagueras requieren un cambio en su diseño. Por ejemplo, qué es eso de que cuando abren dos o tres tiendas de una entidad, las otras no. Es decir: alternan: este sábado aquella abre y esta cierra. Por favor, si lo que debiera es de prohibirse que en Noche Santiaguera ningún establecimiento del área en cuestión esté cerrado.
Se pide un cambio de diseño pero el más importante de todos es viabilizar uno que ofrezca a la población reales posibilidades de participar, tanto en ofertas como en manera de adquirir o disfrutar de los servicios.
