En el Salón de los Grandes de la Casa de la Trova, donde Eva tantas veces encantó al público, fueron a rendirle tributo el ícono de trovadores, Alejandro Almenares; también fueron la contralto Grisel Gómez, respaldada por la guitarra del maestro Gabino Jardines quien también acompañó a Giselle Lage.
La famosa Estudiantina Invasora y el portentoso Orfeón Santiago quedaron para los segmentos musicales del cierre del homenaje a Eva.
Todos recordaron que la intérprete estuvo 20 años como cantora del Orfeón y siempre lo consideró un momento muy especial en su vida profesional.
La idea del homenaje a la memoria de esta figura descollante del pentagrama nacional surgió en la Egrem, donde Eva dejó parte de su legado en la canción y en la trova.
La actividad en el Salón estuvo dirigida artísticamente por Eliades Quesada mientras que de la conducción y las notas al programa se encargó Gonzalo González, de la Egrem santiaguera.
Las doctoras Mirta Laguna y Ana Mariol, que atendieron a la cantante en el Hospital Provincial Saturnino Lora durante el proceso de la dolencia que la llevó a la muerte, hablaron de cuánto añoraba vivir Eva Griñán y cómo hasta el final albergó la esperanza de superar la enfermedad.
También estaban en el Salón de los Grandes, familiares de la cantante: Bertica y Lino Romero Griñán y Reina Masiel Portuondo Romero.
Mientras en la pantalla situada frente al auditorio aparecían filmaciones de Eva cantando en varios sitios de Santiago de Cuba, el conductor, Gonzalo González fue detallando parte de la vida musical de la inolvidable vocalista.
Igualmente, asistieron al homenaje a Griñán, Marcos A. Campins, Rosa María Prades y Gretchen Meléndez, directores de la Egrem, la Empresa de la Música Miguel Matamoros y el Centro del Libro y la Literatura, respectivamente, y Yunieski Cintra Vázquez, secretaria general en Santiago de Cuba del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, y claro: trovadores y amigos de la cantante.
