Hasta las tumbas del autor de Juramento, de Compay Segundo y de Electo Rosell “Chepín”, en el cementerio Santa Ifigenia, llegó el homenaje.  

“En esos tres nombres resumimos el respeto que sentimos por todos aquellos que de alguna manera tributaron al son”, dijo Rafael Fong, de la entidad de la música en esta ciudad. 

Con su guitarra y su voz, Yuri, del Dúo Cohíba, cantó ante los sepulcros, un tema de la autoría de cada una de aquellas figuras, mientras esbozaban las biografías de los tres músicos, Marta Hernández Cobas, Orialis Shelton Cerviño y Josefina Romero, especialista principal y museólogas del Centro de Interpretación del Patrimonio Funerario, respectivamente.

Hernández Cobas habló sobre Matamoros; Josefina, de “Compay”, y  Shelton de Chepín.

Ofrendas florales fueron colocadas en las bóvedas, en medio de la solemnidad del momento y ante la presencia de funcionarios y directivos del Partido y el Gobierno, Rosa María Prades Bell, directora de la Empresa de la Música y los Espectáculos, y Rodulfo Vaillant García, presidente del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

El arquitecto Omar López, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad, también presente en el homenaje, recordó que en la necrópolis santiaguera, ya existe el Sendero de los Trovadores, que sirve como guía para rendir tributo a la memoria de esos bardos, durante el Festival de la Trova Pepe Sánchez.

“Tendremos que pensar en crear un Sendero de los Intérpretes”, dijo junto a la tumba de Miguel Matamoros.    

Hasta el monumento a Matamoros con su sombrero en la mano y la guitarra en ristre, en la intersección de Callejón del Carmen y calle San Bartolomé llegaron las agrupaciones vocales Adalias, Con Paz, Música Áurea, el Coro Madrigalista, y el Orfeón Santiago para reverenciar al creador de Son de la Loma en su cumpleaños 129 este 8 de mayo, en una gala del “MatamoroSon”·, dirigida por Eliades Quesada con la conducción de Dayron Chang.