Estas especies se identifican por su pequeño tamaño y rareza, además de la adaptabilidad a condiciones específicas de suelo y humedad, que la hacen altamente vulnerables al desarrollo de la agricultura, la acción humana y los fenómenos meteorológicos.
José Luis Gómez Echavarría, especialista principal del Jardín Botánico de Holguín, refirió a la ACN que esta investigación tributa a un programa territorial de conservación, el cual abarca no solamente el entorno sino también el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
La novedad, afirmó el experto, es que incluye la intervención comunitaria para una mayor información sobre el hábitat de estos géneros, casi invisibles a la vista humana por su aspecto, los cuales no poseen nombres comunes.
También se han profundizado en las características de las variedades silvestres y las condiciones de reproducción que contribuyen a la regeneración natural y a la elaboración de recomendaciones incluidos en los planes de manejo de las áreas protegidas, explicó.
Argumentó que las actualizaciones obtenidas en el trabajo de campo, se procesan en una base de datos para la socialización entre especialistas y el manejo de áreas vulnerables como la Sierra de Nipe.
En paralelo, el Jardín Botánico de la ciudad, se desarrolla un extenso programa encaminado a la conservación de la flora, tanto dentro de la instalación como en su hábitat natural, una de las estrategias para preservar las más de 500 especies de plantas exclusivas de la provincia oriental.