Envuelta en leyendas, está vinculada de una manera real al desarrollo azucarero, al servir como atalaya y campanario para vigilar los extensos campos de cañas del Valle de los Ingenios de los peligros de incendios, así como de fugas y sublevaciones de esclavos.

De acuerdo con textos consultados está edificada con ladrillo de barro y un mortero tradicional de cal y arena, lo que unido a la creatividad de sus fabricantes la dotó de una excepcional resistencia.

Fue la torre del otrora ingenio azucarero San Alejo de Manaca, ordenada su construcción por Alejo María del Carmen Iznaga y Borrell a finales de la década del 20 o inicios del 30 del siglo XIX.

Unos textos aseguran que tiene una altura de 43,5 metros, mientras otros plantean mide 45 metros, pero lo que No ha podido borrar el tiempo transcurrido es el misterio y esas leyendas donde se repite la supuesta rivalidad de dos acaudalados hermanos.

Apuesta que los llevó a proponerse construir la obra más profunda y la más elevada, mito que forma parte del imaginario popular y ya es parte intrínseca del patrimonio intangible de esa zona del país. Cuentan que así surgió el pozo y la torre, respectivamente.

Aunque reconocidos historiadores adjudican su construcción a objetivos de estricto carácter utilitario, ella ha quedado inmortalizada como símbolo del amor y de Trinidad, la tercera de las siete primeras villas fundadas en Cuba por los españoles en 1514.

Quienes se han tomado su tiempo en el ascenso afirman que para llegar a la cúspide es necesario subir 184 peldaños.

La emblemática torre erigida en el siglo XIX integra el conjunto del Valle de los Ingenios, declarado en 1988 por la Unesco junto al centro histórico urbano de Trinidad Patrimonio Cultural de la Humanidad.

A sus pies, una de las más bellas casas-haciendas que se alzaron en el Valle de los Ingenios, desde hace tiempo un reconocido restaurante.

La también llamada torre cubana de Pisa, ubicada a 14 kilómetros de Trinidad, opone resistencia a una pequeña inclinación y es un lugar de obligada visita si se quiere conocer una parte del pasado colonial al centro de Cuba.