Y es fueron más allá de lo esperado las posibilidades de mostrar al mundo a uno de los territorios más pequeños del país, pero a su vez convertido en todo un ente productivo, turístico, patrimonial, con infraestructura marítima, aeroportuaria, y sobre todo industrial.

Por ejemplo, el evento resultó ser la gran oportunidad para mostrar también a empresas, mipymes, y proyectos de otras provincias como Santiago de Cuba, Villa Clara, La Habana, Sancti Spíritus, Holguín, y Matanzas.

Mucho antes de comenzar el evento comercial, María del Carmen Senra Lliraldi, delegada provincial de la Cámara de Comercio de la República de Cuba ya había dicho a la prensa que en la participación extranjera había superado los pronósticos.

Al cerrar la cita, el reporte ascendió a 10 países, de diferentes continentes: Alemania, Jamaica, China, Estados Unidos, Brasil; Yemen, México, España, y Trinidad y Tobago.

Procedentes de esas naciones se hicieron presentes13 compañías foráneas como visitantes profesionales, y como diría Alexandre Corona Quintero, gobernador del territorio, esa concurrencia manifiesta una creciente confianza en el mercado cubano, al punto de llegar en la cita a la firma de convenios como el de la empresa Frutas Selectas con la española Ibecosol.

Al clausurar la convocatoria, Maridé Fernández López, miembro del Comité Central y primera secretaria del Partido en Cienfuegos, resumió que en esa feria firmaron una docena de cartas de intención, dos contratos de asociación económica internacional y se concertaron más de 150 negocios, lo cual habla de resultados concretos y del interés por la bolsa comercial.

Un hotel Pasacaballos, siempre sereno y fresco, se convirtió en un caluroso hormiguero, por estos días, con más de 70 stands físicos emplazados en el lobby, pasillos laterales, planta inferior, donde se podía palpar desde los hermosos tejidos de la empresa textil Desembarco de Granma, de la vecina Villa Clara, o los aditamentos y surtidos de Oleohidráulica Cienfuegos, los rones Havana Club, y las maquetas de Geocuba traídas desde Santiago de Cuba.

El ingeniero Harold Simpson, director de Negocios de la Unión de Industria Militar, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que esta feria resulta muy importante porque da la posibilidad de poder llegar al encadenamiento productivo entre las diferentes empresas, y cada uno de los fabricantes pueden exponer sus productos.

Durante cuatro jornadas allí promovieron más de un centenar de renglones exportables, donde resaltó la ronda comercial entre Cienfuegos y el gobierno de Trinidad y Tobago, en la cual su representante Jude Carasqueros mostró interés por el cemento y los áridos locales, el tomate, la salsa picante, y el suministro desde esas islas del Caribe de recursos o materias primas para la producción de fertilizantes, así como envases y etiquetas.

Como tal, la provincia de Cienfuegos tiene más de 30 proyectos inscritos en la cartera de oportunidades para la inversión extranjera, que se relacionan con sectores de la agroindustria azucarera, energías renovables, construcción, industria, producción de alimentos, y el turismo, y ello de hecho creció en esta bolsa comercial.

Además de las concertaciones, en la feria sureña, nació acá la mipyme estatal Alabbi Soluciones Informáticas, mientras Geocuba mostró su nuevo servicio de teledetección para las torres de alta tensión con el uso de vehículos aéreos no tripulados.

Hay un sueño, y es que se mantenga viva la feria para nuevos intercambios, y los pasos dados en la que finalizó, este domingo, fructifiquen en gran magnitud.