Pero Daicar Saladrigas González combina perfectamente una ecuación que a algunas mujeres les asusta y es el compromiso con la familia, el trabajo y el pueblo, el mismo que la eligió nuevamente como candidata a diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) por el consejo electoral del distrito Ignacio Agramonte de la ciudad de Camagüey.
“Nacemos de una gran cantera de cubanos y cubanas que reúnen requisitos como el amor a Cuba, la disposición a defender la Revolución y a trabajar, de ahí que cualquiera de nosotros puede estar en este lugar que sin dudas nos compromete en cada jornada”.
La también directora del periódico Adelante conversa por estos días con los electores sobre los retos actuales de la Cuba de hoy, donde se necesita de cada uno para seguir adelante con mayor prosperidad, justicia social y tranquilidad ciudadana.
“Ser candidata a diputada a la ANPP, máximo órgano de poder en Cuba, representa un orgullo y una gran responsabilidad y la asumo convencida del acompañamiento para lograr ese sueño de nación que construimos con todos y para el bien de todos”.
Como mujer el reto es mayor, en un contexto en el que las féminas en la actual legislatura están representadas en más del 50 porciento en el Parlamento, con la misión de sensibilizar a la sociedad cubana sobre estos temas y el papel de las familias.
“Asumir ese reto significa estar al pendiente de la vida del país y velar porque se cumplan las políticas del Estado cubano, e intercambiar con la población y ayudar a que se transformen las realidades de las comunidades”.
En un punto de la conversación ella sonríe, como es su costumbre, y el brillo en sus ojos delata el próximo tema: sus hijos.
“Tengo tres hijos, dos hembras y un varón, muy comprensivos y al tanto de las noticias. Quizás porque saben que hay momentos importantes donde mamá no puede estar y les toca asumir las dinámicas del hogar junto a papá. Esa condición también se analiza en la Asamblea, y aunque significa un orgullo, nos limita el tiempo de estar en casa”.
Esa diversidad caracteriza al Parlamento cubano, “con delegados de circunscripción más vinculados con los problemas, con gente joven con una visión de país como continuidad, con personas de más de 60 años porque necesitamos de esa experiencia, de ese empuje; campesinos, mujeres, representantes de las nuevas formas de gestión no estatal...”
Precisamente son esas algunas de las ideas que por estos días se comparten en los barrios, en las industrias, en los centros educativos y de producción, transmitiendo la importancia del voto “porque en esa acción se garantiza una Asamblea diversa y plural con representación de todos los municipios del país, y donde la mitad son delegados de circunscripciones”.
“Criterios importantes y profundos con los hijos de esta tierra son nuestra principal riqueza para hacer una Cuba mejor”, así termina esta candidata a diputada, con el compromiso y la sensibilidad que entraña sentirse parte de su gente, y viceversa, porque ella inspira a seguir sus pasos con esa cualidad tan suya de escuchar y motivar a ser siempre mejores.
(Tomado del Portal del Ciudadano de Camagüey)