Santiago de Cuba,
Indira Ferrer Alonso

Indira Ferrer Alonso

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Contribuir, desde la labor sindical, a elevar la calidad de los servicios de Salud aun en medio de las limitaciones económicas que enfrenta el país, fue el tema que centró  el debate, hoy, en la II Conferencia Provincial del Sindicato de Trabajadores de la Salud y de BioCubaFarma, en Santiago de Cuba.

Ya la Covid-19 no asusta: algún que otro pasajero en el transporte público lleva puesto el nasobuco, y en los hospitales y policlínicos la gente va con este en la barbilla, colgando de una oreja o sobre la boca con la nariz por fuera... Por mucho que eso implique la inobservancia de las normas sanitarias, lo peor es que muchos postergan la dosis de refuerzo como si haberse vacunado hace dos años bastara para prevenir la enfermedad.

Varias lectoras han expresado preocupación porque sus bebés no han recibido la vacuna antipoliomielítica inactivada (IPV por sus siglas en inglés), que en Cuba se aplica al cumplir los cuatro y ocho meses de vida. Ante la indisponibilidad del inmunógeno en las áreas de Salud de Santiago de Cuba, Sierra Maestra conversó con la doctora Madelines López Pacheco, responsable del Programa de Inmunización en la provincia.

Para los problemas que enfrenta hoy la Salud Pública no hay soluciones mágicas: la falta de insumos limita el alcance de los servicios y condiciona otros males, como el desvío de lo poco disponible, el acomodamiento de quienes se amparan en las carencias para trabajar menos, la indolencia y la desmotivación -tan corrosivas y mutiladoras-, que a la larga resultan peores que el desabastecimiento.

Contribuir a la prevención y detección temprana de enfermedades en la cavidad oral, es el propósito que impulsa una intervención comunitaria en el consejo popular Los Maceo,  que por estos días protagonizan los estudiantes de primer y segundo años de la facultad de Estomatología de la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.

Arletis no se llama Arletis, pero el anonimato es el parapeto de mucha gente para contar sus verdades... y es que, con 28 semanas de embarazo, la joven no ha logrado dejar de fumar, aunque hace casi seis meses del último cigarro que puso en sus labios.

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