Santiago de Cuba,

¿Cómo la Planta Mecánica de Palma Soriano aporta soluciones económicas urgentes?

12 تشرين1/أكتوير 2022 Escrito por  Eduardo Palomares Calderón

La Fábrica de Producciones Mecánicas Palma, de esta ciudad, asume hoy buena parte de las urgencias de la industria azucarera, la generación eléctrica, el níquel y la futura fábrica de cemento santiaguera.

Perteneciente a la Empresa de Servicios Técnicos e Industriales (Zeti), del Grupo Azcuba, la entidad resalta por la amplia gama de piezas, partes y dispositivos conformados a partir de enormes chapas o planchas de acero, que ahorran al país sumas millonarias por sustitución de importaciones, y permiten la revitalización de esos renglones claves de la economía cubana.

«Todo comenzó ante el decrecimiento de la industria azucarera y el recrudecimiento del bloqueo estadounidense –refiere el ingeniero Juan Manuel Torres Thomas, director de la planta–, pues en estas naves, antaño desbordadas de hierro, se vivieron tiempos en los que casi no se sentía un solo martillazo, ni se veía la llama de una antorcha o el destello de una varilla de soldar.

«Para impedir –añade– la pérdida de un colectivo estable, de valiosos operarios, técnicos e ingenieros capaces de hacer, con una tecnología en su mayoría procedente de la desintegrada Unión Soviética, lo que nunca había intentado ninguna gran industria en la nación, se impuso la osada búsqueda de mercados estratégicos que confiaron en nosotros».

COMPROMISO CON LA ZAFRA

En primer lugar prevaleció el compromiso con los azucareros, que los convirtió en los primeros en producir ventiladores centrífugos de centrales en Cuba, ya sea de tiro secundario (VTS), de tiro forzado primario (VTFP), o de tiro inducido (VTI) que, según el caso, se utilizan en las calderas para la aspiración de gases de hollín y otras aplicaciones.

«Dígase –detalla el ingeniero Carlos Rafael Martín Jiménez, jefe del Grupo Técnico de Producción– que, empleando chapas de 12 y 14 milímetros de espesor, asumimos esos equipos con caudal desde los 5 000 hasta los 300 000 metros cúbicos por hora, sin los cuales las calderas de los ingenios no pueden trabajar, y había que importarlos a un elevado valor».

Mientras daba los toques finales a un VTI, el soldador Orlando Martínez Vinajera los catalogó como equipos rotodinámicos de mucha complejidad en su conformación, porque giran a 900 revoluciones por minuto, bajo una temperatura superior a los 200 grados, lo cual demanda exactitud en el corte de las aletas, compensación exacta en el ensamblaje y refuerzos para evitar deformaciones.

Junto a ese logro, jamás se descuidó, para ingenios desde Oriente hasta Occidente, la fabricación de tuberías de evaporación, machetes para los molinos y otras partes, agregados de clarificadores y tachos, ventiladores para centrífugas de azúcar y centros de acopio, elementos de tuberías, distribuidores de mesas alimentadoras y otros sistemas de la industria.

Actualmente, para más del 90 % de los 23 centrales que intervendrán en la venidera zafra, se concluyen pedidos tanto de ventiladores completos como de sus rotores y carcasas, guardajugos para molinos, equipos tecnológicos para vasos y tachos, ciclones de bagazo, tuberías de vapor de gran diámetro, y decenas de otros servicios para concluir antes del 30 de octubre.

A sus 23 años, José Luis Álvarez fabrica ya las complejas cajas Yacoby (Grisler), del níquel, en Moa. Foto: Eduardo Palomares

EL OTRO BORDE DELANTERO

Como el otro borde delantero suele llamarle el ingeniero Torres Thomas a las producciones destinadas al sistema de generación eléctrica en el país, que, iniciadas hace más de 20 años, adquieren hoy especial connotación dentro del programa estratégico de recuperación de la potencia instalada en las termoeléctricas de la nación.

«Esa contribución –precisa– deviene encargo de primer orden, porque lo necesitan nuestras centrales y en el aporte que hacemos a las inversiones hay un significativo ahorro de divisas, se cuenta con las piezas y partes mucho más rápido que si fueran producidas en Europa, rompiendo el cerco del bloqueo, y su calidad está validada por los reconocimientos recibidos».

Así, a la exclusividad citada en torno a los ventiladores de los centrales azucareros, el jefe de Desarrollo de la planta, ingeniero Ulianoli Céspedes Borrero, agrega que también su colectivo es el único que desde hace diez años fabrica íntegramente en Cuba los calentadores de aire regenerativo (CAR), imprescindibles en las calderas de alta presión de las termoeléctricas.

Según describe, se trata de un equipo altamente costoso en el mercado internacional, y pone como ejemplo el construido para la central Lidio Ramón Pérez, de Felton, en el municipio holguinero de Mayarí, que, fabricado a partir del diseño del cliente, llegó a pesar unas 70 toneladas, y por sus dimensiones fue trasladado en cuñas, seccionado, para luego ser ensamblado en la central.

A partir de tan provechosa experiencia, se amplió el surtido que hoy incluye rotores, carcasas y ventiladores completos de las calderas, las juntas de expansión de 3 250 milímetros de diámetro utilizadas en las líneas de gases de aire frío y caliente, juntas de bombas de expansión, rolos de diferentes diámetros para calentador quemador y otros múltiples servicios.

Solo para el mantenimiento que a inicios de noviembre permitirá a la unidad 3 de la termoeléctrica santiaguera Antonio Maceo (Renté) elevar a más de 90 megawatts su generación, se fabrica un rotor de VTI, difusores de acero inoxidable, elementos para cámara térmica, placas radiales y tabique para el CAR, así como numerosas juntas, entre otros trabajos.

En ese rotor de VTI trabaja, en el taller de Conformado, Pailería y Pintura, el soldador George Domínguez Oliva, quien ya no recuerda cuántos ha fabricado, pero advierte que todos son difíciles, porque sus 18 aletas requieren exactitud y no admiten descomposición, pues giran a más de 900 revoluciones por minuto, con un balanceo exacto en el eje de este equipo de seis toneladas de peso.

CEMENTO, NÍQUEL Y OTROS EMPEÑOS

Esa contribución en tan vitales áreas motivó que hayan acudido a los servicios de la planta entidades con no menos importantes empeños, como la nueva fábrica de cemento santiaguera, el níquel de Moa y la demandada planta de asfalto de Palma Soriano. De la primera se ha sustituido la importación de insertos metálicos de diferentes geometría, formas y tamaños para el encofre de los elementos hormigonados de los objetos de obra, de los pilotes de tubos metálicos de 22 metros de largo para el muelle de esa industria, y los moldes metálicos que se emplearán en la fabricación de piezas de hormigón de los puentes de su vía férrea.

Respecto a la Empresa Comandante Ernesto Che Guevara, del níquel, este año introdujeron la fabricación de la caja receptora Yacoby (Grisler), importante elemento de acero inoxidable que, una vez ensamblado y soldado, debe ser maquinado para garantizar el paralelismo de sus caras y la dosificación del mineral, que salido de los hornos con alrededor de 820 grados, envía a los enfriadores.

Dentro de ese gran cúmulo de acciones que distingue a la fábrica, nada despreciable resultan también, por su impacto en la sociedad, las piezas ejecutadas para echar a andar la planta de asfalto El Alambre, del municipio palmero; para la recapadora de neumáticos y la torrefactora de café de Santiago de Cuba, así como la reparación de camas del hospital pediátrico de Palma Soriano.

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