Mas, la primera sorpresa fue encontrar la ancha y pronunciada escalinata de entrada al Museo Emilio Bacardí Moreau, devenida graderío, totalmente abarrotada de público; la segunda, observar cuán infinita es la creatividad de quienes laboran en las casas de cultura del municipio.

El evento “Pasarela Arte con Papel” es organizado cada año, por el Sistema de Casas de Cultura (SCC), la Dirección Municipal de Cultura, y la Casa Municipal de Cultura Miguel Matamoros. Y ningún escenario mejor para el encuentro, que este frente al “Bacardí”, en el corazón del centro histórico de la ciudad, donde tiene lugar cada sábado, el espacio La Esquina de los Artistas, dirigido por el entrañable y laborioso Tony Gómez, mientras la conducción, ayer, estuvo a cargo del conocido artista teatral, Maikel Eduardo.

Las exhibiciones no se hicieron esperar ni de crecer la admiración del público. En la jornada tuvo ardua tarea el jurado: Jairo Leandro Mariño, origamista y miembro de la Asociación de Origamis de Oslo, Noruega y asistente en restauración del Museo Artístico de Noruega; Juan Antonio Ferrer y Abdel Martí López, metodólogos de artes visuales en la provincia, y Yadira Parra Donet, especialista del Consejo Provincial de Artes Plásticas.

Allí estaban, además, los invitados: Gelsy Vigil, directora de la Casa Municipal de Cultura Miguel Matamoros y directores y funcionarios del resto de las casas de cultura (CC) del territorio.  

“Arte con Papel”, que ya suma una década en el ámbito cultural y artístico de Santiago de Cuba, tiene como objetivo promover la creación artística en la que el papel como recurso, sea el elemento fundamental; participan todas las CC del municipio; es un encuentro que identifica la manifestación de las artes visuales, y son guías los profesores e instructores de artes plásticas, quienes a pesar de las limitaciones materiales, demuestran que el arte es una vía para engalanar el alma. Y para afianzar ese criterio, ellos asumen alternativas básicas, como esta de utilizar el papel en función del arte.

El empeño es tal, que cada vez que finaliza uno de estos eventos, inmediatamente los instructores comienzan a trabajar en función del venidero, incluidos los proyectos.

Entonces, puede afirmarse que el municipio de Santiago de Cuba es una plaza fuerte en este movimiento artístico, y en la pasarela de ayer frente al “Emilio Bacardí”, la destacada promotora cultural Sandra Chacón Jiménez aseguró a “Sierra Maestra”, que “Arte con Papel” era una celebración única en el país.

Si bien de momento no puedo confirmar la aseveración precedente, al menos es llamativo un hecho: en 1986 es que se crea en Cuba la sección de papel maché dentro de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) y 37 años después, solo 70 miembros la integran en el archipiélago, a todas luces un número reducido, de ahí que si los santiagueros han sido capaces de involucrar en este perfil a 12 casas de cultura, con sus instructores de artes plásticas más los cultores en las comunidades, el territorio es el uno en el país o está entre los de la vanguardia.

Es reconfortante también, conocer que se trabaja con seriedad en un arte milenario. En Cuba, quizá, puedan encontrarse los inicios del trabajo artístico con el papel, en un ámbito popular, en los Comités de Defensa de la Revolución; en las delegaciones de la Federación de Mujeres Cubanas; en los círculos infantiles; en las escuelas primarias… Es innegable que así, el uso de la técnica del “papier maché” amplió su horizonte en el país pues estas organizaciones de masas y centros educacionales tuvieron una solución a sus necesidades de adornar o disponer de una alternativa en la base material de estudio, sin invertir grandes recursos. El papel y el arte se los facilitaron.

También, se creció en la cultura general, porque instructores y cultores sumaron dividendos al estudiar y practicar un arte como el origami, cuya aparición se ubica en China en el siglo I o II después de nuestra era, una técnica que tiene sus normas: pueden reproducirse casi todas las figuras de la cotidianidad humana pero regularmente son piezas pequeñas y solo pueden hacerse doblando una hoja de papel cuadrada o rectangular.    

Los defensores del origami puro prohíben cualquier tipo de pegamento o sujetadores como presillas. Si esto se viola no es origami. Sin embargo, hay cultores menos exigentes con la técnica pero han dado lugar a una enorme polémica con los tradicionalistas.

EN FIN… EL PAPEL…

En fin, lo que vimos en la pasarela descrita, a las puertas del Museo Bacardí en Santiago de Cuba, aun y cuando uno de los jurados es un reconocido origamista, no fue origami a pesar del título del evento: Arte con Papel.

Tampoco la exhibición fue solo de papier maché aunque esta técnica sí estuvo mucho más representada, por ejemplo, en el “Santiago Apóstol” que trajo la Casa de Cultura de El Caney. Y es que fieles a la creatividad innata del cubano, los de la tierra de las frutas más admirables del mundo lo que hicieron fue combinar: papier mache en el corcel, y una suerte de decoupage, que es la técnica de utilizar láminas y recortes de papel. Así se vistió y se armó, con su peculiar espada curva, el Santiago Apóstol que montó en el caballo para una exhibición muy aplaudida.

El “papel masticado o machacado” según la traducción del francés -aunque los galos no tienen nada que ver con su invención pero le pusieron el nombre- es un tanto más “joven” que el origami, pues surgió también en China pero en siglo III d.n.e. y de ahí pasó a la India y luego a Persia, o sea lo que es Irán desde los años 30 del siglo XX.

La recreación de la Virgen de la Caridad, la Patrona de todos los cubanos, a cargo de los representantes de la Casa de Cultura Luisa Pèrez de Zambrana, en El Cobre, produjo una admiración general, igual que el Órgano Oriental, de entre las muestras la de elaboración más minuciosa.

Popularmente, en Cuba se conoció el uso del papel para confeccionar vestidos a través de películas, cuando ciertos personajes de filmes norteamericanos llegaban a la oficina, se quitaban el saco, se ponían una camisa de papel con corbata pintada y todo, y al final de la jornada se la quitaban y hacían un burujón que lanzaban al cesto de la basura.

En La Habana, en los años 70 del siglo XX, la artista cubana Antonia Eiriz comenzó a enseñar a niños de algunas comunidades de la Capital, a utilizar el papel maché para hacer figuras.

Esta pequeña aproximación al tema del papel como arte y su historia, engrandecen el evento celebrado ayer en Santiago de Cuba, y la calidad, originalidad y belleza de las muestras.

Los aplausos deben haber estimulado mucho a quienes en las CC del municipio, consagran su creatividad al trabajo con el papel, sea origami, papier maché… Para ellos fue la felicitación del Jurado y su veredicto: 

LA MÁS BELLA… “PICADURA DE PAPEL”  

Reconocimiento: A la Casa de Cultura Antonio Maceo y su Brigada José Martí. Mención Especial: a la Brigada José Martí de instructores de arte del municipio de Santiago de Cuba. Mención: a las CC de El Caney, Nuevo Vista Alegre y el distrito 3 Antonio Maceo. Premios: a las casas de cultura del poblado de Boniato, a la “Frank País”, en el reparto Nuevo Vista Alegre, y a la “Luisa Pérez de Zambrana”, en El Cobre. Premio de la Popularidad “Esquina de los Artistas”, a la Casa de Cultura Miguel Matamoros, por su obra “Picadura de papel”, que recrea de una manera hermosa y muy laboriosa, el popular Órgano Oriental. Y el Gran Premio “Pasarela de Arte en Papel´2023” para la Casa de Cultura Miguel Matamoros, por la obra “Picadura de papel”