De su devenir en la provincia de Santiago de Cuba, el Dr. C. José Alejandro Zapata Balanqué, delegado del Citma, nos cuenta:
“En los 90 el Comandante en Jefe Fidel Castro en una de sus visitas habló de la necesidad del desarrollo de las ciencias en el territorio. En ese tiempo (1990-1994) fue creado el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, Megacem, el Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad, el Centro de Investigaciones de Energía Solar, el Laboratorio de Anticuerpos y Biomodelos Experimentales y el Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado y Biofísica Médica, que eran parte de las investigaciones que se hacían en la Universidad de Oriente, pero que se convirtieron en Entidades de Ciencia, Tecnología e Innovación”, dijo el Investigador, Profesor Titular y Académico de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba.
“Todos estos centros fueron creados para hacer investigaciones básicas y aplicadas que fue lo que dio el traste para el crecimiento del conocimiento, con interrelación con muchas actividades que se hicieron en otras provincias.
“Uno de los primeros resultados que salió fue el estudio de sitios para instalar campos de fuentes de energía renovables, de aerogeneradores y paneles solares con Centros de la Universidad de La Habana, el Atlas de Santiago de Cuba, dirigido por el Dr. C. Nicasio Viña Bayés. Se terminaron de instalar las estaciones sismológicas del oriente del país. Se empezaron las investigaciones y se completaron los estudios de áreas protegidas y se potenció parte de las relacionadas con el magnetismo aplicado.
"En ese periodo, tal vez un poco más reciente, se trabajó en el polo científico del oriente cuyo nivel de actividad ha decaído con el tiempo y ahora se trata de potenciar nuevamente partiendo de la base”.
La ciencia de ahora
“En estos 30 años se está trabajando para revitalizar la ciencia en el país. Está el Sistema de gestión de gobierno con ciencia y tecnología, que le da al Citma la tarea de ser el organismo que centra las actividades y acompaña a esta instancia en todo lo relacionado con nuestra misión, haciendo énfasis en las acciones de innovación que son necesarias en la introducción de los resultados de los conocimientos.
“Hace poco preguntaban sobre la importancia que tienen las investigaciones y cómo, a pesar del nivel de conocimiento bastante grande que aportan, sus resultados no se introducen en la práctica social, en las comunidades para empezar a transformar los bancos de problemas que tienen los territorios.
Sin embargo, esa es la tendencia actual, la de introducir todo resultado en aras de resolver las situaciones y caminar al desarrollo sostenible.
“De hecho, se está entrando a la segunda etapa de Tarea Vida para las acciones de cambio climático, se está trabajando en la economía circular, se está potenciando los programas de desarrollo territorial. Los programas y proyectos se están relanzando nuevamente, insistiendo e incidiendo en aprobar aquellos que tengan factibilidad económica y una salida de innovación.
“En este sentido volvemos a trabajar en los proyectos de producción de alimentos, de salud y de energía, y estamos abriendo el de recursos naturales y medio ambiente. En 2025 abriremos el programa de proyectos de ciencias sociales y humanísticas hacia las comunidades.
“Desde el proceso legislativo el Estado también acompaña este proceso y ha venido completando las legislaciones que tienen que ver directamente con la protección de la naturaleza.
“Está el decreto Ley 7 de Sistema de programa de proyectos. La Ley 150 de Recursos naturales y medio ambiente. La Ley 155 de Patrimonio cultural y natural y otras que están e irán saliendo, como la de Ciencia. Todo esto está relacionado con las cuestiones jurídicas que tiene que ver con el daño ambiental, en aras de resolver los problemas y penalizar la indisciplina, que es bastante.
“Se labora en el esquema de ordenamiento territorial y urbano en la provincia, introduciendo aquellas cuestiones que tienen que ver con los elementos ambientales, salidos de proyectos, que pueden ser nacionales, sectoriales, territoriales y aquellos no asociados a los programas.
"Además, trabajamos con el Gobierno dentro del sistema de gestión del programa de proyectos, con los Consejos Técnicos Asesores, que existen a nivel provincial y municipal, con la participan nuestros especialistas.
"Recientemente en materia de asesoría, visitamos el central Dos Ríos, la fábrica de bioproductos y el Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar, en Palma Soriano, en aras de poner ciencia a la producción de azúcar. Pero también en estos consejos se presentan cuestiones del Programa de Atención Materno Infantil, de la estrategia de turismo y del proyecto de desarrollo local y otros, evidenciando que existen buenas relaciones de trabajo con el Gobierno y el Partido”.
Retos y perspectivas
“Tenemos que mejorar y lograr mucho más. Es necesario hacer entender a algunas entidades del territorio la necesidad de visualizar la importancia de los programas de proyectos. Aún a muchas, se le pregunta y no tienen sus problemas definidos, y no nos referimos sólo a los que tienen que ver con el medio ambiente y la gestión de ciencias, sino a aquellos que salen de manera empírica y no se recoge de manera escrita.
“Hay profesionales que hacen transformaciones en las empresas y no lo escriben. Se está perdiendo conocimiento porque no se preocupan por las marcas, por las patentes y por los elementos que tengan que ver con la seguridad y la custodia del conocimiento y de los resultados existentes.
"En mi opinión el Citma ha irradiado. Los estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo son otras de nuestras fortalezas y se están introduciendo los resultados en el plan de ordenamiento de la actividad urbana. En Santiago de Cuba ya existen los PVR que tienen que ver con sismos, sequías, deslizamientos, intensas lluvias, penetraciones del mar, fuertes vientos y epizootias.
“Otro resultado con gran impacto será el estudio para disminuir la viscosidad del diésel que se usa en las termoeléctricas, desarrollado por el CNEA en la 'Antonio Maceo', con la potencialidad de irradiar hacia todo el país. Ellos ponen equipos electromagnéticos en las redes de diésel, fuel y agua, para disminuir la viscosidad en la de combustible y en las de agua para disminuir las incrustaciones en calderas. En estos momentos el principal problema que tienen las plantas generadoras de electricidad es por las incrustaciones, lo que provoca que cada cierto tiempo, sea necesario hacer los paros para poder dar mantenimiento.
“De igual forma este centro, está trabajando en el central Dos Ríos, poniendo imanes en las bandas de transportación de azúcar, lo que contribuye a elevar la calidad al reducir las partículas de acero y prácticamente a cero, el porciento de incrustaciones. Esto contribuirá a la exportación del rubro.
“Con la Oficina Territorial de Normalización estamos dando capacitación sobre las cuestiones que tienen que ver con calidad, inocuidad y pérdida y desperdicio de alimentos. Los especialistas de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental trabajan fuertemente en el control de la contaminación y el manejo de desechos radiactivos. Y la Unidad de Medio Ambiente se ocupa de lo relacionado con el manejo y la gestión del entorno.
“Todo esto forma parte de nuestro actuar, teniendo mucha potencialidad con los recursos humanos, a pesar de las migraciones. Por eso seguimos estimulando a nuestros científicos, técnicos y especialistas, y hoy se habla sobre aumentar salarios, remuneración en función de la participación de proyecto y que se pague el conocimiento, aspectos extremamente importantes.
“Pienso que, a pesar de todo, tenemos que seguir cambiando el pensamiento de muchas de las personas que hacemos ciencia. Continuar haciendo investigaciones fundamentales, pero que vayan más a la introducción de los resultados y a la innovación. Que contribuyan a resolver los problemas grandes del territorio, que de seguro son cuestiones que se resuelven con investigaciones y en ocasiones con conocimiento aplicado, porque la realidad es que el país no tiene dinero, lo que tiene es conocimiento; como vaticinó el Comandante en Jefe, allá por los años 60.
“Introducir y aplicar es nuestra meta y en eso estamos trabajando. Tenemos especialistas en todos los municipios, muy buenas relaciones de trabajo con la Universidad de Oriente y la de Ciencias Médicas, con el Gobierno y con la Filial de la Academia de Ciencias en el suroriente del país, establecida desde el 2011.
“Estos 30 años lo que vienen a hacer es potenciar el trabajo de la ciencia, incluso de esa que se hace fuera de nuestras entidades, porque hay mucha gente que tiene proyectos no controlados que pueden contribuir al avance de la provincia.
“Este 21 de abril, felicitar a todas las personas que aman el sector, y no solo las del Citma. En especial quiero destacar a gente que ya no está, pero que han sido importantes y forman parte indisoluble de la historia de estas tres décadas.
“Aunque hay muchos más, diré nombres como: Daisy Reyes, Botánica, que trabajó en Bioeco. Tomás Chuy, mi hermano y sismólogo. Vitelio Ruiz y Eloína Millares, que incidieron mucho e insistieron desde la Lingüística aplicada. El último: Nicasio Viña Bayés, mi padre, que falleció recientemente, autor del Atlas de Santiago de Cuba y participó en la expedición: En canoa del Amazonas al Caribe. En sentido general son muchos los que faltan por mencionar pero están y estarán presentes; a los jovenes debemos insistirles en escribir la historia de los centros y sus personalidades de ciencia”, concluyó Zapata.