Recientemente distinguida como una de las siete ganadoras de la Beca (MaB) que otorga el Programa del Hombre y la Biosfera, para jóvenes científicos menores de 35 años, esta santiaguera propone un interesante proyecto, basado en la gestión de los servicios que aportan los ecosistemas costeros.
Desde el año 1989, en el marco del Programa Mab, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), ofrece estas becas, con el objetivo de apoyar y promover las investigaciones vinculadas a las Reservas de la Biosfera, priorizando aquellas que contribuyan a la implementación del Plan de Acción de Lima y los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Cuba ha resultado merecedora de este apoyo y reconocimiento en ocho ocasiones y la provincia dos veces; sin embargo, vale destacar que en esta edición el proyecto en cuestión, titulado “Adaptación basada en ecosistemas para la gestión resilientes de los servicios aportados por ecosistemas costeros en la Reserva de la Biosfera Baconao, Cuba”, no solo se alzó como uno de los ganadores, sino que de los siete proyectos de investigación galardonados, obtuvo la mayor puntuación.
La materialización de estos estudios inciden directamente en el logro de un escenario medio ambiental más sostenible, sobre el enfoque investigativo Álvarez Denis, destacó que se apuesta por el uso equilibrado y consciente de los beneficios que aportan los ecosistemas y de los cuales las personas somos cada vez más dependientes, sobre todo en países como el nuestro, en vías de desarrollo.
La integración y variedad de organismos presentes en zonas costeras hace más abarcador el estudio que según explicó la científica, posibilitará conocer el estado actual y las tendencias de estos servicios, así como definir su valor tanto en términos ambientales como económicos.
Álvarez Denis señaló, “aspiramos a lograr la implementación de acciones para la gestión equitativa, de los servicios que brindan: manglares, pastos marinos y arrecifes, con vistas a incrementar su resiliencia frente al cambio climático y reducir las vulnerabilidades de ecosistemas y comunidades”.
Sin duda estudios como este permitirán detectar y hacerle frente a los factores que hoy inciden de forma negativa en ecosistemas cuyo aporte resulta incalculable para el ser humano.
Juventud, talento y ciencia puesta al servicio de un futuro más equilibrado y sustentable, se funden en este proyecto, que hoy es reconocido a nivel internacional, orgullo de Cuba y nuestra gente.