El derretimiento de los polos y subida del nivel del mar, cambios en los ecosistemas, acidificación de los océanos, extinción de especies y fenómenos meteorológicos extremos, son algunos de los problemas agravados con los que se está lidiando a escala global.

Esto repercute en la seguridad alimentaria y a su vez, causa tensiones en torno a los recursos naturales disponibles. Se acrecientan las desigualdades entre los países, más aún si se trata de aquellos en vías de desarrollo.

En este panorama, llega desde 1973, el 5 de junio como fecha instituida para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente. La conmemoración tiene objetivos muy marcados en pos de salvaguardar el planeta, busca concienciar y aunar esfuerzos para revitalizarlo.

El tema central en este 2022 es “Una sola Tierra”, el cual nos remite a que, independientemente del sitio donde estemos, país o cultura, los efectos a corto y largo plazo, tanto del calentamiento global como de la contaminación ambiental, atentan de forma radical contra la vida.

Esta emergencia, precisa de acciones inmediatas para disminuir la incidencia negativa del hombre en el medio ambiente  y, a su vez, promover la capacidad de adaptación en las personas ante los cambios que ya están presentes.

Lo cual solo será posible a partir del entendimiento y actuación de las distintas comunidades y gobiernos. Ambos convertidos en agentes de cambios y gestores de un desarrollo sostenible, que garantice la protección medioambiental.

Se debe procurar la implementación de modelos ecológicos en las empresas para el tratamiento residual. De igual forma, la mejora de los hábitos de consumo en la población mundial,  reutilizar y reciclar, son alternativas viables en beneficio de los ecosistemas.

A las entidades gubernamentales de protección y conservación ambiental, les corresponde apoyarse en los científicos, para lograr la declaración oportuna de áreas y especies protegidas.

Así mismo, se precisa de la unidad entre las organizaciones ambientalistas mundiales y el reconocimiento de su causa, esa que es de todos, por tener y estar en el mismo planeta.

El confinamiento durante la pandemia de Covid-19, demostró que el cese de acciones negativas como la tala de árboles, la sobreproducción industrial, los vertimientos de petróleo en los ríos y mares entre otras acciones, puede devolverle la salud al planeta.

A 49 años de celebrar esta jornada, los esfuerzos que se necesitan son aún mayores. El accionar diario con un enfoque ecológico, involucra y precisa de todos, recodando siempre que tener un medio ambiente saludable es una oportunidad de vida.