Algunos la honran poniéndole flores en el Mausoleo del Segundo Frente donde descansa eternamente, otros como yo, la recordamos todos los días, y no hay mejor manera que haciendo valer los derechos de las mujeres y defendiéndolos, creciendo ante las dificultades y convertiendo cada día de nuestras vidas en un nuevo peldaño que alcanzar y superar.
Hagamos honor a las ideas de la eterna presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, quien fue la esposa, la amiga, la compañera de guerrilla del General de Ejército Raúl Castro, quien supo ganarse el cariño y la admiración de todo su pueblo por su coraje y sus ideales de libertad e igualdad.
No hay mejor homenaje en este mes primaveral que preservar sus conquistas, al hacer de las cubanas responsables en el hogar y en la vida laboral, con retos y sueños cumplidos, luchadoras, perseverantes, delicadas y guerras, soñadoras y realistas, esposas y ejecutivas, madres y también profesionales cada vez más preparadas.
Si hablamos de la importancia de la familia, y de la creación de los Círculos Infantiles, tenemos que recordar a la incansable Vilma, quien demostró desde su ejemplo que la mujer es tan grande como desea serlo, que no hay tarea imposible, y nuestra sociedad agradece contar con ellas en cualquier escenario que se les necesite.
Gracias Vilma, tu ejemplo será un legado eterno en cada espacio donde se encuentre una mujer cubana.