Y a pesar de que se realizan desde hace 47 años, el caso cubano resulta extraordinario en un mundo capitalista y neoliberal que apuesta por otras fórmulas, aparentemente democráticas pero diseñadas para llevar al poder a quienes mejor se ajustan a los intereses de pequeños, pero muy influyentes grupos de poder económico y validadas por una fuerte propaganda en la que naufragan programas políticos de transformación social y se afianzan los que responden a la ultraderecha y al más rancio conservadurismo. Por tanto, el hecho de que más de 5 millones 711 mil cubanos acudieran a las urnas, aún en medio de una difícil situación interna -agudizada por las fuertes sanciones de Estados Unidos- convierten en jornada histórica la vivida este domingo en la Mayor de las Antillas.
Pero hay más: la convocatoria a los sufragios implicó un llamado a la unidad, al ejercicio de un derecho, que es el de elegir, con la particularidad de hacerlo por todos los candidatos para dar cumplimiento a la estrategia revolucionaria del voto unido. Si bien cada elector, por ley, puede votar por uno o más nominados de la boleta y no necesariamente por todos, el voto por la totalidad de los candidatos se considera un acto de reafirmación del modelo social y político cubano, una demostración de unidad.
Para nadie es un secreto que las elecciones en Cuba se consideran un medidor del respaldo popular a la Revolución, por lo que devienen una especie de referendo tácito en el que hasta ahora jamás ha prevalecido otra respuesta que el apoyo de la inmensa mayoría al socialismo y a la soberanía de la nación caribeña.
¿Frente a qué vence el electorado cubano? Frente a fuerzas externas que apuestan por la ruptura entre la institucionalidad y la población. Desde Estados Unidos se ejecuta la guerra económica contra el pueblo y el gobierno de la Isla. Los efectos han sido cada vez peores y se articulan con una muy bien estructurada batalla simbólica que aprovecha cada deficiencia, cada necesidad no resuelta, para culpar a los dirigentes cubanos, como si no existieran leyes y medidas que codifican y agudizan el cerco con que se pretende causar el fin de la Revolución. De manera que en esa contienda por desacreditar el modelo social y político, se incremente la escalada mediática contra la democracia socialista cada vez que se avecinan procesos electorales... Y esta vez no fue la excepción.
No obstante, más del 70% del electorado ejerció el voto directo y secreto, y eso no es un dato menor. Las autoridades electorales cubanas lo han destacado como evidencia de una jornada exitosa en la que no se reportaron incidencias y sí un adecuado ambiente para procesos como este. De ahí que no sea descabellado suponer que también serán favorables los resultados del escrutinio.
Suman 470 los ciudadanos incluidos en la candidatura al Parlamento para la X Legislatura. Se trata de un conjunto en el que se refleja la sociedad cubana en temas como el protagonismo de la mujer y la equidad de género, la no discriminación racial, la alta escolarización y la participación de la juventud en la construcción del modelo cubano. Así, el 55.3% son mujeres, el 45.5% son negros y mulatos, el 95.3% es graduado de una carrera universitaria y el 20% tiene de 18 a 35 años. Todos fueron nominados por las organizaciones de masas de acuerdo con sus méritos personales y capacidad para desempeñarse, de ser electos, como representantes del municipio donde se les nominó.
Votar por todos implicó un espaldarazo a la estrategia de los patriotas, como la catalogó el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz. Significó el sí a la democracia socialista y, además, la manera de reconocer la valía de personas que desde las comunidades, la ciencia, el deporte, la educación, la salud y otras esferas tienen una encomiable labor y no todas son conocidas por la mayoría de los cubanos.
Los que obtuvieron más del 50% de los votos válidos integrarán la Asamblea Nacional del Poder Popular, y tendrán que elegir al presidente y vicepresidente de la República, así como proseguir con el desarrollo legislativo con apego a la Constitución.
