Miembro de la Asociación de Combatientes de la Revolución, perteneciente a la cédula que lleva por nombre Hermanos Díaz, este hombre dice que cada vez que la Patria convoque él estará allí, en suColegio Electoral #3, de la zona 77, circunscripción 67.
Pero Honorato no solo asiste para ejercer su derecho al voto, tiene la tarea asignada por su núcleo de Partido de estar ahí, junto a las autoridades electorales validando el proceso. Es una misión que por décadas viene cumpliendo cada vez que hay elecciones en Cuba.
"Hoy es un día de fiesta pues estamos eligiendo a quienes nos representarán en el Órgano Supremo del país: la Asamblea Nacional del Podel Popular. Y esto tiene una gran importancia pues estamos votando por la Patria, por el socialismo; por esa Cuba libre, independiente y soberana.que tenemos.
"También estamos votando contra el bloqueo económico, comercial y financiero que el vecino del Norte impone a Cuba; pues desde ese Parlamento que hoy elegimos, se trazan estrategias y toman decisiones para enfrentar la crisis que genera ese genocida bloqieo.
"Votamos por nuestro hijos, nuestro nietos, por los vecinos; en fin, estamos votando por una Cuba socialista y por un mundo mejor".
Honorato dice con orgullo su edad,:"Son 84 años, y después del Moncada he participado en todas las lucha por la justicia social.
" He tenido el honor y la gran satisfacción de haber ayudado a construir nuestro proceso revolucionario. Integré la Columna 19 del Ejército Rebelde, soy fundador del Partido, de los CDR y del Ejército Oriental ; también de los Órganos del Popular Popular y fui delegado de una circunscrpcion especial en las Far, en la provincia de Holguín. Estuve 30 meses en misión internacionalista en Angola y me jubilé en 1985 en la Escuela de Cadete General José Maceo. Luego ya en la vida civil trabajé 13 años en Comercio Interior y concluí mis actividades laborales siendo 10 años presidente de la Zona de Defensa 22 que se nombraba General Rabi.
" Se dice fácil pero no lo es, toda una vida dedicada a la Revolución, esa que defenderé hasta mi último aliento".
Este hombre de pueblo que hoy asiste a las urnas, y se mantiene en el Colegio Electoral sentado en un balance, pero muy atento a todo el proceso, es vecino del Callejón Santiago entre Santa Rosa y Princesa. En el corazón del Tivoli santiaguero.
Sus cañas, que disimula tras su sombrero, le permiten hablar con propiedad de cómo eran antes de Enero de 1959 las elecciones en Cuba.
"Vivía en el campo y te puedo afirmar que antes del Triunfo de la Revolución las elecciones se hacían por conveniencia de algunas personas, y para ser elector tenías que dar el voto al que a ellos se le antojara.
"Hoy es un proceso transparente, nadie manipula; los que no asistan a votar mañana no serán sancionados ni quedan desprotegidos por el Estado. Nadie los acusa, será su conciencia quien los juzgue.
"En Cuba a nadie se le dice te voy a dar 100 pesos para que votes por mi ni nadie quedará desalojado o desempleado por no asistir. Es un problema de conciencia ir a las urnas y respaldar a la Patria. Los cubanos dignos, aunque también sufrimos las carencias y limitaciones que enfrenta el país, estamos aquí dando nuestro Voto, porque una cosa no tiene que ver con la otra; esos diputados que hoy elegimos serán la voz del pueblo en la Asamblea Nacional, porque ellos son parte del pueblo.
"Siento que la vida me ha premiado, tengo una linda familia, un hogar donde reina la armonía, y donde todos estamos comprometidos con el proyecto social cubano.
"Tengo también la suerte de tener a mi lado a mi esposa, jubilada del sector de la Salud y dos hijos ingenieros, uno labora en la empresa de calderas, Alastor, y la hembra es ingeniera química y trabaja en el policlinico Camilo Torres; además me acompañan 4 nietos. Mi familia es maravillosa, creo que supe educarlos en los principios de la Revolución y hoy también son de los primeros en venir a votar.
" En verdad soy un hombre privilegiado, porque aún con mi bastón en mano y el peso de los años encima, siempre que la Patria convoque allí estaré".