Bajo esa premisa, Biofísica Médica ha incursionado en la fabricación y comercialización de equipos médicos, tecnologías que son utilizadas en países primermundistas, siendo la creación de tres tomógrafos de resonancia magnética, en la década del 90, un hito histórico en la ingeniería industrial y en la ciencia de Cuba, además de ser pioneros en Latinoamérica.
Con esa meta, puesta bien alta, sus especialistas no se detuvieron y continuaron desarrollando otras líneas de investigación de vital interés para satisfacer las necesidades de tecnologías biomédicas destinadas al Sistema Nacional de Salud.
En la actualidad incursionan en cinco ejes principales: Resonancia Magnética, Tecnologías y Aplicaciones Biomédicas e Industriales; Tecnologías y Aplicaciones para Estudios Vasculares; Estudio del Movimiento Humano y Rehabilitación; Métodos y Tecnologías para el Diagnóstico y la Terapia Basada en Radiaciones Ionizantes y Gestión, Procesamiento y Toma de Decisiones sobre Datos Biomédicos.
Entre sus productos líderes, -además de los tomógrafos Giromag-, están el Software Imagis y el Angiodin PD 3000, que tienen un alto valor agregado para el diagnóstico y tratamiento médico, brindando la oportunidad de mantener e incrementar los estándares de salud y calidad de vida de los cubanos.
Su director Dr.C. Alberto López Delis, comentó que las proyecciones están encaminadas a continuar desarrollando las líneas de investigación con un cierre de ciclo, fundamentalmente para la exportación, y que incursionan en otras áreas del deporte y la agricultura.
“Como entidad de Ciencia, Tecnología e Innovación, nuestra aspiración es llegar a ser una Empresa de Alta Tecnología, tratando de sustentar proyectos internacionales que sostengan el financiamiento de esos procesos, dijo.
“Entre estos, para años posteriores, figura el Maletín Médico Inteligente, el cual contará con un conjunto de elementos y dispositivos inalámbricos que servirán para apoyar el diagnóstico y comprobación de algunas patologías, principalmente en aquellos lugares remotos o de difícil acceso por los especialistas. Esta será una herramienta útil para los profesionales de la salud”, destacó.
De igual forma trabajan en versiones más actualizadas de equipos como Angiodin y el Software Imagis, así como de otros productos que desarrollan desde su fundación.
Como reto, nuestros investigadores pretenden estudiar la nanotecnología, la cual será una nueva línea de investigación en la que se preparan con ahínco para la obtención de conocimientos y laboratorios equipados.
En ascenso, comparado con otros años, el cbiomed cuenta con cuatro proyectos internacionales, uno nacional, uno sectorial y seis institucionales, lo que patentiza el crecimiento. Asimismo se logró el registro de cinco Marcas, dos modelos industriales y actualmente están en conversaciones con Bélgica para la primera patente internacional de la Universidad de Oriente.
Como ha sido su trayectoria, este centro de la Casa de Altos Estudios del oriente cubano, tiene todo un futuro para continuar impulsando el desarrollo tecnológico del país, a lo que suma en su infinita obra el bienestar proporcionado a los miles de cubanos que han sido atendidos con sus equipos y programas.
Manuel Lores, antiguo director y especialista de la entidad, aseguró que para los trabajadores de Biofísica no hay galardón más grande que haber contribuido al país y a su pueblo.
“Durante estas tres décadas, nuestro centro ha impactado en la sociedad cubana. Los tomógrafos realizados aquí tuvieron una vida útil de 10 años e hicieron aproximadamente cada uno 30 mil estudios, por lo que se puede decir que de estos se beneficiaron casi 100 mil pacientes.
“El Imagis, lleva más de 20 años de explotación en los hospitales de toda Cuba y el Angiodin también ha impactado en la salud de cubanos y venezolanos. Por eso me atrevo a decir que en estos 30 años, un 10 por ciento de la población de la nación se ha beneficiado de la tecnología y el esfuerzo de los investigadores del CBM. Solamente por haber ayudado en la enfermedad a esos pacientes, sin venir a cambio remuneración económica, valió la pena.
“Además, desde el punto de vista científico, ha sido y es un gran reto y una heroicidad de los profesionales de la Universidad de Oriente, porque fuimos pioneros en el desarrollo de tecnologías y hoy seguimos, con el mismo ímpetu, potenciando la ciencia de Fidel, por eso podemos decir que el centro es historia, realidad y futuro”, concluyó.
