En presencia de las máximas autoridades del Partido y el gobierno en la provincia, José Ramón Monteagudo Ruiz y Beatriz Johnson Urrutia, respectivamente, el primer tributo correspondió al pueblo de Cuba mediante la ofrenda floral depositada a su nombre ante el monolito, por el general de brigada José Solar Hernández y el estudiante de Medicina Ritchar Despaigne Peró.
«Tan inmenso como en vida lo conocí lo veo desde esta piedra. Siempre luchando por el bienestar de los más humildes, como un ser especial que jamás, se rinde», dijo Solar Hernández, mientras que Despaigne Peró afirmó que como joven «resulta un alto honor y el compromiso de mantener vivo el legado de nuestro Comandante, de llevar adelante sus ideas y acción».
Momentos después desde la plaza Mayor General Antonio Maceo, Monteagudo Ruiz y Johnson Urrutia encabezaron por los 2,7 kilómetros de la Avenida Patria que siguieran aquel día las honras fúnebres, la peregrinación con que en esta jornada fue superada la cifra de 3 000 000 de agradecidos que con flores en sus manos han reverenciado a Fidel.
Al pasar frente al sagrado lugar, como si llevara en el rostro la luz de su talismán, el destacado músico cubano Arnaldo Rodríguez confesó haber vivido «un hecho de irrepetible emoción, al caminar con el pueblo santiaguero y rendirle tributo a Fidel. Son horas y minutos que quedarán eternamente en mi memoria, como expresión de que Cultura y Revolución deben marchar juntos».
El Laboratorio Farmacéutico Oriente con más de un millón de sueros producidos en un mes, la Planta de Gases Industriales cuyo oxígeno salvara vidas en la COVID-19, constructores artemiseños de la nueva fábrica de cemento, la Universidad de Oriente y la Empresa de Proyectos No. 15, estuvieron entre los tantos colectivos que este domingo patentizaron que Fidel jamás está solo.