Trascendió en el encuentro de este domingo que con el apoyo de técnicos y equipamiento de otros países la estrategia ahora se concentrará en sofocar las llamas y mantener el enfriamiento en los tanques aledaños a los dos incendiados.

Durante la jornada de ayer y la madrugada de hoy se logró la contención de la expansión del fuego.

La página en Twitter de la Presidencia de la República indicó que el ministro de Transporte Eduardo Rodríguez informó que cuatro vuelos de México y uno de Venezuela llegaron a Cuba durante las últimas horas, con ayuda y asistencia técnica para enfrentar el siniestro.

El presidente destacó la llegada, con mucha prontitud, de la ayuda y la calificó como una muestra de la solidaridad hacia el pueblo cubano.

Durante la madrugada la Empresa Cuba Petróleo evacuó por distintas vías más de 520 toneladas de combustible como parte de una compleja operación logística.

Sobre el impacto medioambiental del incendio, la ministra del ramo Elba Rosa Pérez señaló que las condiciones meteorológicas favorecen que sobre el sector norte de las provincias de Matanzas, Mayabeque y La Habana sigan corriendo nubes de humo.

Recientemente expertos de la Universidad de La Habana y el Instituto de Meteorología aclararon que ante este hecho se recomendaba el uso de mascarillas y la protección ante posibles lluvias.

El ministro de Salud Pública José Ángel Portal actualizó la situación de los lesionados, cuya cifra asciende a 122, de ellos 98 altas médicas, 24 se mantienen hospitalizados, cinco en estado crítico, tres graves y 16 de cuidados.

El titular enfatizó que a pesar de la incidencia del humo en el occidente de la isla no hay un incremento de pacientes con enfermedades respiratorias.

Desde ayer el presidente cubano y pare del Consejo de Ministros y la dirección política del país se trasladaron hasta esta ciudad para dirigir el enfrentamiento al siniestro, considerado el más grande de su tipo en la isla.

Este domingo se espera que fuerzas especializadas de Cuba, México y Venezuela comiencen una operación para extinguir las llamas, que se mantienen estables consumiendo el combustible de dos tanques que ya explotaron.