Un total de 4 969 asociados se agrupan en 54 organizaciones de base.
De estas 45 son Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) y 9 Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), cada una ubicada en un Consejo Popular para responder al autoabastecimiento local, en función de alrededor de 91 000 habitantes.
Aunque la producción del café es el objeto social fundamental del campesino songo-mayense, desarrollan la diversificación para la obtención de resultados en la siembra de la caña, cultivos varios, el tabaco y en la ganadería, agrupando a diferentes renglones de la economía.
Los resultados son el reflejo del compromiso de hombres y mujeres de la mano, además, de la organización política- ideológica que los representa, la cual cuenta en la nueva etapa de trabajo con prioridades. En este sentido, Yoandri Legrá Toirá, Miembro del Buró agroalimentario, y presidente en funciones del Comité Municipal de la ANAP en el municipio, puntualizó a Sierra Maestra que:
“Son algunas de estas el crecimiento de asociados, el incremento de la producción agropecuaria en beneficio de la población, en particular, dirigido a hogares maternos, de ancianos y los donantes de sangre.
“Se suma la labor político- ideológica, el trabajo con la reserva de cuadro, - abogando por una política objetiva y actualizada, en cumplimiento de las ideas y directrices aprobadas en el 8vo Congreso del Partido- y la socialización de los beneficios del proyecto de ley Código
de las familias, que se llevará a referendo en el mes de septiembre”, subrayó el directivo.
Asimismo, precisó que aún quedan algunos incumplimientos en la siembra de caña. No obstante, cooperativas como la CPA “26 de julio” - cuyo cultivo fundamental es esta gramínea -, demuestra que sin importar las
dificultades, siempre hay soluciones: actitud característica en los anapistas songo-mayenses.
Ejemplos de dedicación
En la (CPA “26 de julio”) - la cual recientemente arribó a sus 40 años de fundada-, el despertar es a las 5:00 a.m. Todos los cooperativistas muestran un desempeño sostenido como parte de una tradición que incluye a varias generaciones de familias.
Pedro Bernardo González Lora, Secretario del Núcleo del Partido, afirma que todo lo que es se lo debe a la “26 de julio”: “me vinculé al trabajo en el sector cooperativo el 16 de febrero del año 1987, recién salido del servicio militar. Mis padres desde hacía 3 años atrás a esa fecha ya laboraban en la CPA.
“He sido Presidente de la organización de base de la ANAP, Jefe de Brigada de Machetero, y del Grupo de la Siembra de Caña”.
Por otro lado, está la historia de Gerardo Martín Rivero, nacido y criado desde hace 72 años en esa localidad de Songo- La Maya. Sus progenitores le legaron a la Cooperativa de Producción Agropecuaria 4 caballerías y media de caña. Gerardo, como uno de los fundadores, inició con 36 años de edad, el 16 de junio de 1982, cuando solo había un total de 24 socios, 8 mujeres y 16 hombres, en un área con una extensión inicial de 16.5 caballerías.
“Con el tiempo ejercí de Jefe de Producción en la cooperativa durante 14 años”, compartió.
Las mujeres de esta tierra tampoco se quedan atrás con muestras de dedicación y empeño, asumiendo responsabilidades como las de Angela Salina Galindo, quien ha atendido hasta 500 personas a la vez.
Ella desde hace 25 años elabora los alimentos para los cooperativistas, además de la atención al autoconsumo, pero afirmó que: “si hay que sembrar caña, lo he hecho, 6 meses de zafra en la cocina, y los restantes en el campo, en la realización de trabajos voluntarios”.
Salina Galindo también demuestra un compromiso con la organización: “En 1997 comencé a laborar en la ´26 de julio´, y al año siguiente había sido seleccionada como Secretaria de la Organización de Base de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños. Posteriormente también fui miembro de la junta, y secretaria del núcleo”.
Y si de mujer machetera se trata, Magalis Carrión Soler hace más de dos décadas demuestra que nada es imposible, y que las féminas pueden realizar cualquier tarea asignada. “Siempre me esfuerzo en cumplir con la norma”, refirió.
Songo-La Maya destaca por los resultados alcanzados en pos al desarrollo socioeconómico local, municipal y provincial, gracias a la labor conjunta de hombres y mujeres campesinos, comprometidos con el desarrollo agropecuario de Santiago de Cuba y el país.
