Sobre esta premisa, está la extraordinaria misión de Dioscórides Rodríguez Tamayo, quien labora hace 8 años en el Círculo Infantil Ana de Quesada, como encargado del huerto que sustenta la alimentación de los pequeños. Siempre es reconfortante dialogar con personas que ejercen tan humana labor, por lo que las primeras horas de la mañana fueron testigos de una interminable plática con este señor.
Las gotas de sudor eran muestra del cansancio de Dioscórides, sin embargo, no impidieron que me recibiera con la mejor de sus sonrisas.´´ Mantener el consumo de la cocina, es mi principal objetivo``-señaló- ´´El centro tiene 17 canteros, que incluyen especies, viandas, vegetales, frutales y plantas medicinales``
El empleo de las plantas curativas en la Medicina Natural y Tradicional constituye una alternativa más de tratamiento a diferentes enfermedades. ´´Tengo albahaca, anís, manzanilla y pienso ampliar estos cultivos, pues la medicina verde tiene varias utilidades, sobre todo en la actualidad``, aseguró Rodríguez Tamayo.
´´Traigo en la sangre el amor por la tierra, porque provengo de una familia campesina. Me encargo también de buscar las semillas y posturas para mantener todo el año los canteros bien cargaditos. Me llena de orgullo cuando los niños me ayudan a protegerlos, ellos saben la importancia de esta acción y por ello colaboran conmigo en la cosecha.
´´Compartir lo que tenemos y no lo que nos sobra constituye una muestra de solidaridad``, expresó nuestro protagonista con un brillo en los ojos, al saberse útil no sólo para ´´sus pequeñitos``, sino para la comunidad. Los cultivos del centro también suministran a las escuelas primarias pertenecientes a la Ciudad Escolar ´´26 de Julio`` como parte de un programa de cooperación.
El agradecimiento
de los demás constituye el mejor reconocimiento a los trabajos que a diarios se realizan. ´´Me satisface la retribución de los infantes, es bueno saber que cuentan a sus padres sus experiencias con el tío del huerto, como cariñosamente me dicen. Es esta mi más grata experiencia y lo que me motiva a seguir esforzándome``, refirió.
Entre risas y bajo la atenta mirada de los curiosos infantes, surgió la idea de bautizar al huerto con el nombre ´´Santa María de Ana de Quesada``. ´´Mis hermanos tienen una finca que se llama Santa María del Rosario, y pues así mantendría en alto mis raíces``, aclaró.
´´Aunque ya estoy en edad de retiro, no pienso irme de aquí ``, comentó, mientras cortaba la guinea que en pocos días formará parte del menú de los niños. ´´Pienso en lo que dejo atrás y me doy cuenta que mi verdadera pasión es seguir cultivando sonrisas ``