Yadira Castañeda, directora del centro, explicó a la Agencia Cubana de Noticias que desarrollan proyectos educativos en respuesta a problemáticas como el deterioro de los medios de enseñanza e insertan a niños y padres, para garantizar el cuidado de los objetos.

Manifestó la realización de ejercicios investigativos desde los primeros semestres de estudio, para motivar la interacción de los pioneros con instituciones y organismos de importancia histórica, económica y social ubicados cerca de la escuela y los hogares.

Castañeda reconoció la participación de los trabajadores en la reparación infraestructural de otros centros escolares ubicados en localidades en transformación, labor altruista que le mereció el Premio del Barrio en 2021, otorgado por los Comités de Defensa de la Revolución.

Calificó de oportunos los espacios mensuales creados para la educación familiar, pues propician el intercambio sobre las deficiencias y fortalezas individuales de los infantes, la formación vocacional y prácticas saludables, en tanto sugieren métodos para tratar estos temas en casa.

Según la directora, el éxito de las actividades didácticas desarrolladas fuera de la escuela radica en la participación de los padres, directivos de organismos cercanos y factores de las comunidades donde viven los estudiantes durante el proceso de planificación, de ahí el necesario fortalecimiento de la relación con estos agentes.

Las estrategias del sistema educacional cubano dirigidas a estrechar el vínculo escuela-comunidad favorecen la motivación infantil por aprender y garantizan el desarrollo de nuevas habilidades y la óptima respuesta ante las necesarias adecuaciones curriculares del actual período lectivo.