Muchos son los problemas que retan la inteligencia, la voluntad y el sentimiento patrio de los cubanos, problemas objetivos, que van desde las carencias alimentarias hasta otras, también, necesidades básicas de la familia en el orden material. Mas a esta realidad se suman procederes negativos que lejos de ayudar, frenan y lastran el desempeño de cientos de miles actores sociales, con o sin nivel de decisión.
Desde 1959 hacemos Cuba para desarrollar la economía y lograr una sociedad superior; para ser cada vez mejores y defender nuestros sueños al amparo del emprendimiento y la creatividad de los cubanos, pero el bloqueo imperial se ha recrudecido al constatar, la invencibilidad de la Revolución, de ahí razón principal de los avatares de este pueblo, el que, a la par, tuvo que enfrentar en los últimos años la pandemia de la Covid-19, desastres naturales, incendios y derrumbes, entre otros graves sucesos.
Las artimañas de odio de la administración estadounidense están dirigidas a impedir el desarrollo del país, al constatar, la solidez de una obra social paradigmática, que se empina en contraposición a sus intereses mezquinos, expansivos y de sometimiento imperial, y porque el pueblo, extraordinario protagonista, ha logrado, a solo 90 millas, una revolución socialista, plena de la más sublime justicia y portadora de valores, de ahí la errada y nefasta política contra Cuba de ese gobierno.
En más de seis décadas hemos logrado resistir y avanzar en todos los sectores, pero el desafío ha crecido ante la incidencia de la campaña mediática orquestada para alentar hechos vandálicos y propiciar el desaliento, la falta de credibilidad y confianza en nuestro sistema e inculcar en el raciocinio de la gente, que la dirección de nuestro país es un estado fallido. Tales manipulaciones han propiciado manifestaciones negativas en algunas personas como el desgano laboral, las indisciplinas, la falta de respeto, la simulación, la mentira, y actos de corrupción que rozan el delito, lo apañan o lo cometen.
Si bien es derecho de cada persona elegir su destino, en estos momentos la emigración es, igualmente, resultado de esa política mediática dirigida esencialmente a los jóvenes, quienes no encuentran soluciones rápidas a sus necesidades y se ven movidos a incursionar aventuras, enmascaradas con el “maravilloso” sueño americano.
Hacer y pensar Cuba es el reto y este exige una actitud consciente, donde prime la voluntad de vencer los obstáculos con el imperativo de la unidad desde todos los roles, responsables del progreso económico y social. Para tranquilidad de este hermoso archipiélago, a millones de jóvenes, presentes en la batalla cotidiana, les sobra voluntad, inteligencia, creatividad y amor para continuar erigiendo la historia.