En fecha tan temprana como el 29 de enero de ese año, José Martí envió a Juan Gualberto Gómez la orden de alzamiento que daría inicio a una nueva gesta independentista, la cual había calificado como Guerra Necesaria, y había preparado desde el exterior a lo largo del periodo de receso de la lucha anterior. El día acordado para efectuar dicho alzamiento fue el 24 de Febrero, y se respiraron aires de insurrección desde Matanzas hasta el territorio Oriental, pero Baire supo destacar.
Saturnino Lora, Capitán de la Guerra Chiquita, era el encargado de sublevar la Jurisdicción de Jiguaní, a la que Baire pertenecía por aquel entonces. En la jornada anterior había reunido en su hacienda, Las Veguitas, a 400 hombres dispuestos a luchar nuevamente contra el dominio español. Al amanecer partieron hacia el poblado, desafiando al ejército enemigo y mostrando su disposición para el combate, pero encontrando, además, que la valla San Bartolomé (hoy Parque Histórico), se había llenado con diferentes grupos de galleros y la excitación propia de este tipo de entretenimientos, por lo que Lora ordenó la suspensión de las peleas. Florencio Salcedo, también veterano de la guerra, sin reparar en la fiebre que le aquejaba, se apresuró a cumplir lo encomendado, y supo ganarse la atención de los apostadores al deshacerse de los gallos y pronunciar un pequeño pero ferviente discurso:
“Basta ya de peleas de gallos, es hora de pelear los hombres y no los animales por la independencia de Cuba... el que quiera ver a Cuba libre que nos acompañe hasta la plaza”.
Estas palabras que hoy conocemos como Grito de Baire, integraron a muchos hombres a las acciones que se realizaban simultáneamente a lo largo del país, junto a la caballería de Saturnino Lora. Este último invitó a todos los presentes a tomar parte en la recién iniciada guerra, y aclaró que no presenciaban un alzamiento aislado, sino general en toda la Isla, bajo la dirección del Partido Revolucionario Cubano (PRC), y gritó ¡Viva Cuba Libre!, mientras disparaba los seis tiros de su revólver.
En ocasión de los 128 años que se cumplirán próximamente de estos acontecimientos, Baire se prepara para conmemorar su histórico grito. No podría faltar la acostumbrada peregrinación desde el Parque Histórico hasta la plaza ni la gala político-cultural donde jóvenes y hasta niños pequeños, hacen derroche de talento.
Y es que, aunque ya ha transcurrido más de un siglo desde que se alzaron esas voces valientes, febrero no puede pasar inadvertido para Baire.
