Santiago de Cuba,

La obra de balas

21 January 2023 Escrito por  Ana Maria Lora

La noche del viernes 22 de enero de 1869, La Habana vestía de banderas cubanas y un ambiente acalorado se vivió en las calles.

La función del teatro Villanueva había sido el centro de los periódicos revolucionarios de la época, declarada en beneficio de "unos insolventes". Llamaban al pueblo a cumplir con esta "obligación patriótica", la realidad es que este dinero estaba destinado a aumentar los fondos para la insurrección.

La mujeres llegaron al teatro entre las calles Zulueta, Colón, Morro y Refugio, vestidas con  trajes y cintas de color blanco, rojo y azul, el cabello suelto en una expresión de desafío y estrellas solitarias colgadas en los vestidos. Destruir la política apaciguadora del gobernador Domingo Dulce era el plan de Jacinto Valdés, según confesó en una carta desde el exilio.

La obra que acaparaba la atención en la capital cubana "Perro huevero aunque le quemen el hocico" de Juan Francisco Valerio. Durante la función, se dice que el público dio vivas a Cuba Libre, seguido de la frase que exclamó el personaje Matías, "¡Viva la tierra que produce la caña!". Hasta una mujer desde un palco colgó una bandera cubana.

Los miembros del Cuerpo de Voluntarios esperaron cerca del teatro que sucediera algún evento de este tipo, ya la noche anterior, el popular guarachero Jacinto Valdés, conocido como Benjamín de las Flores había gritado "¡Viva Céspedes!" mientras cantaba y las autoridades le impusieron una multa de doscientos pesos y una advertencia al dueño del teatro, quien justificó lo sucedido con un exceso de tragos.

La fuerza militar no dudó en disparar sobre el edificio de madera y hacia los espectadores que huían. En medio de la función de balas, Leonor Pérez, la madre de José Martí, preocupada de que pudiese pasarle algo su hijo, fue a buscarlo a casa de su profesor Rafael María de Mendive.

Como aquellas películas de acción, en la que los protagonistas huyen de un contexto que parece ficticio salir con vida, José Martí,  escribió unos versos sobre aquel momento.

(...) Los valientes habaneros

Ante la matrona fuerte.

Y después que nos besamos

Como dos locos, me dijo

Vamos pronto, vamos hijo:

¡La niña está sola: vamos!

Conocido como "los sucesos de Villanueva", la matanza continuó hasta tres días después, dejando un saldo de víctimas desconocido y una fecha que se nombró día del teatro cubano. Esa noche nació el teatro mambí.

Ya con incidentes anteriores, como la presentación de la obra  "Los mocitos del día" en el Teatro Real, hoy teatro Oriente en Santiago de Cuba, había dejado claro la función social de los teatros del "populacho".

  • Compartir:

Escribir un Comentario

We use cookies to improve our website. Cookies used for the essential operation of this site have already been set. For more information visit our Cookie policy. I accept cookies from this site. Agree