Es posible imaginar que le queda muy poco espacio para el descanso, pero aún así, mantiene su carácter jovial; es muy comunicativa y buena conversadora de cualquier tema. De los avatares del periodismo tiene mucho que contar, por eso podemos encontrar en cualquier medio de prensa del país y en publicaciones internacionales trabajos sobre diferentes temas nacidos de su pluma, solicitados por la Agencia.
Con la experiencia acumulada tiene un buen olfato para saber dónde está la noticia y cuál es el enfoque adecuado de un buen reportaje, una información o una crónica periodística. Como tutora de estudiantes de la carrera de Periodismo ha transmitido las herramientas necesarias para transitar solos por esta hermosa y complicada profesión.
Mucho dice de la estabilidad de su quehacer el hecho de que todos estos años se desempeñe como presidenta de la delegación de base de la Unión de Periodistas de Cuba, en la ACN, centro por el que muestra un sentido de pertenencia muy marcado, expresado en las diversas ofertas de trabajo recibidas y siempre se ha mantenido fiel a su colectivo.
Muy activa en los concursos auspiciados por la UPEC y la Asociación de Economistas de la provincia, mostrando muy buenos trabajos en la atención al sector, como el presentado en la última edición titulado: Nilda Iglesias: la matemática y la finca El Renacer en el centro de su vida, y que resultó escogido para competir nacionalmente. Su quehacer periodístico también se coronó con el Premio Provincial de Periodismo por la obra del año (2011).
Sus compañeros la reconocen como una persona muy humana, preocupada por los jubilados y enfermos. Ella es Marlene Montoya Maza, quien este 16 de abril, Día del Trabajador del Partido, será homenajeada por los años de labor en el sector, que también reconoce su fidelidad como militante.
En los próximos días se acogerá a la jubilación, pero no se retirará, porque sus energías cobrarán fuerza para seguir aportando, desde otra posición, al Periodismo y a este Santiago suyo y nuestro.