La versatilidad de Chang Arranz lo ha acercado definitivamente a las audiencias. Y es que con la misma maestría conduce una revista televisiva, declama poemas, anima un espectáculo artístico, ofrece sus conocimientos en un aula universitaria… y desde hace solo semanas, bien temprano cada mañana, un nuevo espacio de la TV local tiene a Dayron como hilo conductor para tratar los temas más diversos, y al mismo tiempo más complejos, que gravitan sobre la población santiaguera.

Por todo lo precedente, fue una suerte coincidir con Leodany en el Salón de los Grandes, en los altos de la Casa de la Trova, en una de las actividades por el aniversario 65 del periódico Sierra Maestra, y así poder conocer de “primera mano” sobre el nuevo galardón en su excelente carrera profesional, con un elemento adicional: por el dominio que tiene de la palabra y esa manera singular de expresarse, la conversación con Dayron es un deleite.

“El concurso nacional La Radio cuenta su historia, fue convocado para celebrar el centenario de este medio en el país, bajo la premisa que la memoria de la radio en Cuba necesita ser revisitada y enriquecida con ese colosal devenir al que, indiscutiblemente, han tributado todas las emisoras a lo largo de esta centuria.

“Participaron realizadores, jubilados del medio, historiadores, especialistas vinculados a la radio y oyentes en diversas categorías.”

Y ¿con qué ganó Dayron Leodany?

“El trabajo premiado es una serie documental, ´Sonidos de Ciudad…´ que forma parte de una investigación sobre la historia de la Cadena Oriental de Radio. La incluí en mi ejercicio de maestría en Estudios Cubanos y del Caribe, con la tutoría de la Dra.C. Olga Portuondo Zúñiga.

“Parte de los resultados de este estudio fue expuesto recientemente en el coloquio por el centenario de la radio cubana. Hoy se trabaja en un libro, impreso y también digital, que logre compilar además de estas memorias, todos los sonidos, testimonios, fotografías…”

El material radiofónico con el que Dayron se alzó con el premio tiene ocho capítulos; recrea, por medio de la programación musical, informativa, deportiva, cultural… de la Cadena Oriental, momentos relevantes de la historia del medio en Cuba, y sucesos que fueron impactantes tanto para Santiago de Cuba como para el país, y Chang Arranz refiere a algunos:

“Ahí se narran la visita de Libertad Lamarque a nuestra ciudad; descubrimos al maestro Enrique Bonne como realizador de jingles; está el período en que el Benny estuvo en la Orquesta de Mariano Merceron tras su llegada de México; los éxitos de la orquesta Chepín Chovén en El programa de las peticiones; la participación de la Cadena en los sucesos del 26 de Julio de 1953…

“Y el trabajo tiene, además, testimonios de Celina González, Salvador Wood, Luis Carbonell, Ibrahim Apud…”

No pasa mucho tiempo sin que Dayron nos regale en la pequeña pantalla una de sus creaciones que por lo regular son novedades.

Ahora el éxito le llegó a esta joven figura de la radio y la TV cubanas, por el trabajo “Sonidos de Ciudad. La Cadena Oriental de Radio”, y el Jurado para otorgarle el galardón al representante santiaguero puntualiza así sus consideraciones:

“Por su profunda e intensa investigación, que reconstruye una época y la historia magnífica de una emisora de radio que fue voz y asimismo conformadora de la forma de ser, de pensar y de creer de su gente.

“Por el perfecto paisaje reconstruido con sonidos, que reafirma las inimaginables posibilidades del lenguaje de la vieja radio, capaz (por lo dicho) de fabricarle un mundo a los oídos de su público hecho de muy trascendentes sucesos que deberán escribirse en los libros de la historia de la radio; de la historia de la cultura nacional; de la historia general del país.

“Por darle coherencia a un caos de recuerdos.

“Por alumbrar los nombres gigantescos de quienes hicieron la radio oriental y documentar su paso y sus aportes a los cien años de la radio cubana”

Santiago de Cuba y todo su sistema radial y televisivo se enorgullecen de contar con personalidades como Chang Arranz. Y para Dayron Leodany es natural la satisfacción de seguir por la senda del triunfo profesional, para servir mejor a todos los públicos.